06-07-2017 07:45:00 p.m. | Erika Hidalgo López.- Las estaciones de servicio del Área Metropolitana de Caracas, han vuelto a recuperar sus niveles normales de reservas de gasolina. Sin embargo, la situación de una eventual nueva falla sigue latente, a causa de las protestas que casi a diario están cerrando las vías de acceso a las unidades de transporte, dijo una fuente ligada al sector.
De acuerdo con información del declarante, la mayoría de las bombas está con combustible, y son muy pocas las que no tienen o han bajado santamaría. Incluso hay un grupo de ellas que posee solo un tipo de gasolina, y pese a ello han podido responder a la demanda sin problemas.
“Este fin de semana la bombas pudieron surtirse, incluso algunas hasta suspendieron pedidos pues no se presentaron compras nerviosas y sus promedio estaban óptimos”, comentó.
Por su parte, Petróleos de Venezuela insiste en que existe suficiente gasolina y combustibles líquidos en general para abastecer el mercado interno. Y que Pdvsa garantiza el abastecimiento.
En el interior del país la situación ha resultado un tanto más complicada, y pese a ello también se ha logrado transportar carburante a zonas como Mérida, Táchira, Lara, entre otros estados.
La fuente sostiene que otro elemento que está permitiendo tener los tanques de las estaciones con un nivel adecuado de gasolina, es que ha disminuido de manera importante el consumo.
Un cálculo estimado es que entre un diciembre y lo que va de año la demanda ha retrocedido 30%. “El mermado poder adquisitivo de los venezolanos, ha reducido el tiempo de la gente en la calle, y desde el inicio de las protestas, las calles quedan desoladas”, indicó el analista consultado.
De hecho, un trabajador de una de las estaciones visitadas, que prefirió el anonimato, asegura que las bombas cierran mucho más temprano que hace algunos años. “Tengo años en esta estación y antes surtíamos vehículos hasta pasadas las 10 de la noche. Incluso había estaciones que ni siquiera cerraban”.
Sin embargo, el dirigente petrolero Iván Freites insiste en que el problema más contundente a mencionar, es que las refinerías del país operan a media máquina y eso se ha convertido en un problema estructural.
Freites asegura que luego de la explosión de la refinería de Amuay, ocurrida en agosto de 2012, el Complejo Refinador Paraguaná no pudo retomar sus niveles habituales de producción, que según el dirigente ya para el momento estaban disminuidos