Muñeca de la mafia que se respeta expira opulencia, derrocha dinero, su misión es ser bella y perfecta, pero sobre todo, salvaguardar el dinero de su marido.
Testaferro, socia, amante o esposa, esta práctica no es nueva entre corruptos y políticos de Venezuela. Existió la “Barragana” (Blanca Ibáñez, amante del expresidente Jaime Lusinchi) y Cecilia Matos (amante de Carlos Andrés Pérez) ambas fueron muñecas en su época. A las mujeres de los bolichicos las separa únicamente el poder político, el económico es tácito: son expertas en blanquear capitales.
Patricia Ferrando y Edymar Martínez Blanco saben mucho del tema. La primera, esposa de Alejandro Betancourt y miembro de la selección Nacional de Equitación de Venezuela; la segunda, modelo, ex reina de belleza y actual amante del mismo; ambas se convirtieron en la caja fuerte de este hombre acusado de liderar una red internacional de lavado de dinero que obtuvo más de 1.200 millones de dólares de Petróleos de Venezuela, S.A.
Bajo fachadas distintas, amansan una enorme fortuna proveniente de las diversas tramas de corrupción que su “amorcito” realizó a través de la empresa de maletín Derwick Associates, entre otras.
Fuentes internacionales indican que Ferrando posee varias cuentas en bancos suizos. A propósito, en el año 2020, un tribunal de Suiza ordenó la liberación de documentos bancarios vinculados a un desfalco a la petrolera PDVSA por 4.500 millones de dólares.
La decisión afectó a los hermanos Luis Oberto e Ignacio Oberto, y a otros dos empresarios venezolanos cómplices: Leopoldo Alejandro Betancourt López y su primo Francisco Convit Guruceaga.
Martínez en cambio, tendría dinero en cuentas de Panamá, Bahamas y Barbados. Aunque esta joven de 27 años se coronó como Miss International en el 2015 y aparenta ser una mujer “que factura” en la farándula, estaría lavando dinero a través de negocios en Venezuela y España, entre ellas una agencia VIP que financia modelos y artistas, un nuevo esquema de lavado que promueve la prostitución de alto nivel en el que está involucrado Francisco Convit.
De este negocio sexual, le vendría una enfermedad venérea a Convit, quien podría ser demandado por 5 modelos que dicen ser contagiadas por este bolichico.
DT/ LB