BCV recompra bonos en el extranjero para nutrir al SITME

VenePirámides
El propósito de la política económica del Gobierno es mantener la cotización del dólar bajo control, para evitar una mayor alza de los precios de bienes y servicios. Se eliminó el tradicional mercado de capitales y se creó el Sitme, Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera, que entró en funcionamiento en junio pasado y que no ha mostrado los resultados esperados. Mientras, la inflación sigue afectando el poder de compra de los venezolanos y los títulos para subastar en el Sitme comienzan a escasear.

El economista José Guerra considera que el mayor inconveniente está en que los bonos que tenía en cartera el Banco Central de Venezuela ya fueron subastados, así como 1 millardo de dólares en papeles que se le exigió traspasar a los bancos públicos y privados. Tampoco hay existencia de las emisiones de la República y de Pdvsa, lanzadas en el último año, y hasta los títulos que eran propiedad de las casas de bolsa y sociedades de corretaje ­no de sus clientes­ fueron vendidos en el Sitme.

«¿Cómo provees al sistema de divisas, en un país donde no se está emitiendo deuda nueva?», se pregunta. «El BCV sale diariamente al mercado secundario internacional a comprar bonos, para tener flujo suficiente y subastarlos en el sistema de transacciones. Es la única manera que explica la caída de las reservas en momentos en que la cesta petrolera promedia 94 dólares en lo que va de 2011».

Extraoficialmente se conoció que Pdvsa hará esta semana una reapertura del Bono 2022 por 1,5 millardos de dólares para atender parte de sus obligaciones.

El economista José Luis Saboin señala que la demanda suele ser mucho más alta que la oferta de títulos, y aunque se ha hecho un esfuerzo para acelerar ­en 11%­ las aprobaciones de dólares a través de Cadivi, en realidad las liquidadas por el BCV han caído 3%.

Una taquilla de Cadivi.

El ana- lista financiero Alfredo Puerta sostiene que el Sitme podría funcionar bien, si hubiera suficientes títulos para cubrir la demanda y se conociera con certeza el origen del tipo de cambio implícito.

«En Venezuela, el mercado alternativo más claro que hubo fue el del dólar Cantv. El Sitme ha podido ser un mecanismo similar y poner orden en el mercado». Explica que si se conoce el precio al cual se cotizan los títulos en el exterior y se sabe con claridad lo que los inversionistas nacionales están dispuestos a pagar por el título en bolívares, el valor implícito se puede determinar fácilmente. Si el Gobierno hubiese permitido que los particulares decidieran cuánto pagar por los títulos de interés y el capital cubierto (conocidos como TICC), se habría podido regular el precio a través de la emisión de un mayor número de títulos o reduciendo la oferta. «Es obvio que en un mercado poco claro los inversionistas no quieran cambiar sus posiciones en títulos de la República», agrega.

Afirma que el Sitme ha sido un mercado ineficiente y ha terminado convirtiéndose en una taquilla más de Cadivi, según reportó el diario El Nacional.

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