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Desde el Departamento de Estado y altos estamentos de la oposición venezolana creen que Maduro puso a andar un nuevo modus operandi que implica hacerse de más rehenes estadounidenses para presionar por la liberación de Alex Saab.

Redacción | Primer Informe

Pocos días después de que la última misión de alto nivel de la administración Biden visitó Venezuela con la esperanza de lograr la liberación del ex marine Matthew Heath o alguno de los presos estadounidenses detenidos en Caracas, se conoció que las autoridades venezolanas habían detenido discretamente a tres nuevos estadounidenses en lo que va de 2022.

Un reporte de The Associated Press, confirmado por el Departamento de Estado, coincide con rumores de que más estadounidenses, además de los 8 detenidos que se tienen en cuenta oficialmente, están detenidos en Venezuela. Maduro los sigue usando en sus diálogos con la administración Biden como moneda de cambio y negociación de condiciones.

Las detenciones generaron temores dentro de la administración Biden. Según dijo un alto funcionario al Miami Herald, Maduro «está trabajando de manera más agresiva en aumentar su poder de negociación a través de un incremento de los estadounidenses detenidos».

Después de que Maduro otorgara la libertad a uno de los 6 de Citgo y a un cubano americano detenido en Venezuela, EEUU aligeró las sanciones impuestas a PDVSA, alentando una posible vuelta al diálogo entre la oposición y el régimen venezolano.

Ahora, dentro de la administración demócrata existe una separación de criterios sobre cómo negociar la libertad de los presos norteamericanos sin que Maduro aumente las detenciones.

También, altos funcionarios de la oposición venezolana temen que Maduro tenga una estrategia oscura detrás de las capturas de estadounidenses. Los opositores creen que el régimen de Caracas busca coaccionar al presidente Biden para que libere a Álex Saab, señalado como testaferro de Maduro y encarcelado en Miami enfrentando delitos por lavado de dinero.

Conseguir la liberación de Saab, es una prioridad del régimen madurista en sus acercamientos a la administración Biden. El conocimiento que posee Saab sobre las operaciones ilícitas del régimen es clave para considerar esencial su liberación.

De hecho, la semana pasada, el ex alto funcionario del Departamento del Tesoro, durante el gobierno de Donald Trump, Marshall Billingslea, dijo que «circulan rumores creíbles de que la Casa Blanca quiere cambiar a Alex Saab a Venezuela. Al reconocer su falso reclamo de ser diplomático, sabotearían el caso judicial en su contra».

Sin embargo, una fuente con conocimiento del tema en Washington, comentó a Primer Informe que el tuit de Billingslea fue el resultado de una operación de información. Con esta midieron las reacciones en la opinión pública y comprobaron el clima que genera el supuesto intercambio.

Juan González, director principal del Consejo Nacional de Seguridad para el Hemisferio Occidental, estaría detrás de este globo de ensayo

González estaría midiendo la resonancia generada por la noticia dentro del círculo madurista que pone la liberación de Saab como una condición sine qua non para volver al diálogo y liberar otros rehenes estadounidenses.

La más reciente visita de una comisión de alto nivel estadounidense a Caracas, incluyó a un funcionario de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC). Aunque el reporte no destaca más que una actuación de bajo perfil por parte del funcionario, no se descarta que en las conversaciones se evaluaran levantamiento o relajamiento de sanciones para personas del círculo madurista, incluído Álex Saab.

LEA TAMBIÉN: Rumor sobre liberación de Álex Saab habría sido un globo de ensayo para medir reacciones

Nuevo modus operandi

Un alto funcionario opositor venezolano, dijo bajo condición de anonimato al Herald que «ha surgido un nuevo modus operandi, en el que los estadounidenses están siendo capturados en eventos que no están ocurriendo de la manera que dice el régimen».

«Tenemos informes de algunas de estas detenciones que tienen lugar dentro de Colombia, cerca de la frontera o en las islas cercanas el Caribe».

Un portavoz del Departamento de Estado dijo a la agencia McClatchy que EEUU tiene «dificultades para obtener acceso» y «confirmar informes sobre» ciudadanos estadounidenses detenidos en Venezuela. El secretismo ha sido clave en la nueva estrategia de Maduro.

Las informaciones coinciden con el reporte del periodista estadounidense John Sweeney, experto en geopolítica, energía y seguridad, quien

reveló que la dictadura de Caracas lleva a cabo operaciones de secuestro «romántico» en el exterior para hacerse de más rehenes estadounidenses.

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