José Zambrano Lucero es un exbanquero que huyó de Venezuela cuando Banorte, el banco venezolano que entonces presidía, fue intervenido debido a un descomunal fraude financiero.
Tras su huida, José «Chacho» Zambrano, como también lo conocen, se arraigó en Florida, Estados Unidos.
Con los años, el en otros tiempos propietario en Venezuela de la compañía aseguradora Zuma Seguros y del equipo de baloncesto Marinos de Anzoátegui, término por dilapidar la fortuna que construyó gracias a sus fraudulentos negocios, algunas veces invirtiéndola en ideas que no le fueron rentables.
Se escucha que hace pocos días, el exbanquero fue objeto de una golpiza mientras se encontraba en un centro comercial ubicado en el distrito financiero de Brickel, en Miami, donde Zambrano se encontró frente a frente con un prestamista de nombre Mustafá.
Distintas historias dibujan al exbanquero como alguien con un pasado repleto de estafas, negocios fraudulentos y deudas, perdiendo algunas de sus propiedades luego que se las entregara a a Jhonnathan Marín, exalcalde de Guanta, ciudad del nororiente de Venezuela, quien cayó en desgracia con el chavismo y huyó a México tras desfalcar al municipio en el que fue alcalde y también a PDVSA.
Zambrano, se escucha, ha vivido en los últimos años gracias a la confianza de muchas personas que han creído, equivocadamente, que es un empresario serio.
Sobre Mustafá, el sujeto que zamarreó a Zambrano, se escucha se trata de alguien dedicado a prestar dinero con altos intereses, quien luego de prestarle dinero y exigirle su devolución, cansado ya de los muchos incumplimientos de pago del exbanquero, utilizó los puños para pasarle factura, cuando ambos se toparon en un centro comercial.
Hasta ahora el incidente ha sido poco difundido, salvo alguna usuaria que no lo pasó por alto al publicar un efímero video en sus historias de Instagram.
En 2019, un joven, hijo del exbanquero, habría sido asesinado a golpes, supuestamente para asaltarlo, cuando salía de una discoteca en Nueva York, a donde acudió para celebrar su graduación. Pero la tragedia no hizo que el padre del joven intentara enseriar su vida y dejara de plantearse los más torcidos negocios.