Lo dicho, sólo en la Venezuela chavista, donde la mediocridad, la falta de criterio, y la voluntaria abyección son los valores más preciados, puede una persona tan deficiente como Eva Golinger undefined alcanzar posiciones de relativa importancia. Eva se ha dado a la tarea de promover desde su púlpito ciertas medidas que dificultan el legitimo trabajo de ONGs venezolanas. La reciente ley que prohibe a las ONGs aceptar donaciones de entidades foráneas es un ejemplo de ello. Sumida en su colorada monotonía, Eva no desea reconocer que la ley que ahora propone habría privado a su «amado, imprescidible, incansable y único Comandante Presidente Hugo Chávez» del 1,5 millones de dólares recibidos del BBVA (ver pag. 5 y 7) undefined, cuando los dineros de Venezuela no estaban a la disposición del caudillo comunista por allá en 1999.
Pero hay que educar a Eva. Hay que explicarle a esta desequilibrada, que las políticas que persigue su dizque «amado» líder, están llevando a Cuba, fuente de toda sapiencia chavista, a despedir al 25% de sus empleados públicos undefined, después de 52 años, léase bien, 52 años, de «exitosa, progresiva, e igualitaria» revolución comunista. Dicho de otro modo, la dictadura comunista de Cuba, país que tiene 11 millones de habitantes, va a despedir a 1,3 millones de personas, es decir, más del 10% de su población va a quedar desempleada, por cuanto el unico empleador, el régimen castrista, está quebrado. Y eso que llevamos 52 años escuchando que Cuba es el mar de la felicidad, epítome de bienestar social. «Imprescindible» desde luego que es el líder, para Eva y otros tantos degenerados que se dan la gran vida diseminando el realismo socialista de Chavez, ya que sin él, ni siquiera en Venezuela podrían haber salido del oscurantismo de su mediocridad y deficiencia. Pero insisto, hay que educar. Mientras los dictadores cubanos buscan abrirse al capitalismo, Chavez arrastra Venezuela hacia el comunismo, una ideología que, a pesar de haber sobrepasado ya la tercera edad, no cuenta en el planeta con un solo ejemplo exitoso al que hacer referencia. Ni uno. Claro Eva no sabe eso. En los libros que ella lee, no hay sino imperios gringos, ejércitos yanquis, y agencias de inteligencia norteamericanas. China y Rusia son ejemplos de libertad, de dignidad, son países donde las libertades civiles y políticas son plenamente observadas, y donde los derechos humanos son respetados sin excepción. En el jardín de Eva, los dictadores no están en China, Cuba, o Zimbabwe. Que va. Es en la Casa Blanca, o en Downing Street, o en La Moncloa, donde están instalados los opresores, desde 1949, o 1959, o 1980. Los pueblos chino, cubano y zimbabuense viven en plenitud absoluta. Si Eva fuera cubana, a lo mejor ya habría perdido su ciudadanía, o fuese un objetivo del régimen, como le ha sucedido a Yoani Sanchez. Pero como es gringa, y ademas chavista, ella en Cuba lo que hace es publicar libros, con el apoyo del régimen comunista. En esos libros, que Yoani no puede publicar, no existe referencia a los más de 100 millones de muertes que ha causado el comunismo. En esos libros, no se mencionan, ni de pasada, el gulag ruso, los campos de reorientación para homosexuales cubanos, ni los laogai chinos. El mundo de Eva es un mundo bonito, aunque monocromo, donde sólo hay espacio para el «único». Un color, un líder, un pensamiento. No hay deseo, ni necesidad, de explorar más allá de los dictámenes del ungido. En la dimensión Golingeriana, el crimen si paga. Terroristas son nombrados jefes de seguridad de ministerios. Esposas de terroristas son designadas secretarias de toda confianza de presidentes y vice presidentes. Comunistas apátridas dirigen congresos. Mercenarios extranjeros se encargan de la seguridad de la nación. Narcotraficantes son ascendidos a generales, y tenientes coroneles golpistas, y asesinos, se tornan embajadores, ministros, presidentes y lideres supremos.
Luego está el mundo real, donde operan las ONGs, privadas en Venezuela de financiamiento, en parte gracias a Eva. Eva, quien érase una vez en el tiempo era dizque directora de una ONG gringa, no tuvo reparo en aceptar pagos de un ente foráneo, léase el régimen chavista undefined, para llevar a cabo su «trabajo», de diseminación de propaganda en violación de las leyes de su país. A Eva, quien en una oportunidad tuvo la desfachatez de denunciar a Maria Corina Machado y a Súmate por haber recibido 138.000 dólares de entidades publicas del gobierno de los EEUU, le fue aprobado un «crédito revolucionario» de 3.2 millones de dólares. Ahora bien, no todo son Evas en el mundo real. Quienes trabajan, o han trabajado, para ONGs dedicadas a las defensa de los derechos humanos, civiles y políticos, dan no pocos dolores de cabeza a los dictadores que Eva tanto ama, al exponer atropellos y barbarie característica de regímenes que distan mucho de ser progresivos. Y por ello la persecución, en el caso de Venezuela, de Cuba, de Bolivia, de Ecuador, países todos que Eva considera ejemplares. Los EEUU, nación de origen de Eva, no ha expulsado aún a directivos de ONGs internacionales de derechos humanos. Ese honor le corresponde a Venezuela undefined. Los EEUU, no ha arrestado aun a nadie por regalar computadoras. Ese honor le corresponde a Cuba. Los EEUU, no ha modificado su constitución para permitir linchamientos y otros métodos discriminatorios y brutales de castigo, en violación al debido proceso. Ese honor le corresponde a Bolivia undefined. Los EEUU, no ha arrestado a ninguna gobernadora por haber dicho públicamente que el presidente de ese país es un patán. Ese honor le corresponde a Ecuador undefined.
Eva, y su Adan Bolivariano, sufrirán la misma suerte que los primeros padres. Como buenos comunistas, desearon, y se apropiaron, lo prohibido, lo ajeno, e igual serán expulsados de la Tierra de Gracia. Tarde o temprano.