Mario Villarroel es conocido por ser el presidente de la Cruz Roja Venezolana, una organización humanitaria que ha asistido a miles de personas en medio de la crisis que vive el país. Sin embargo, detrás de su imagen de benefactor se esconde un poderoso aliado del régimen chavista, que ha influido en las decisiones del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y ha mantenido una estrecha relación con altos funcionarios y opositores que residen en España.
El apartamento de la calle Almagro, la embajada alterna del chavismo
Según un comentario publicado en Twitter por el usuario Cesar Moya (@zuricht94), el apartamento de Villarroel en la calle Almagro de Madrid era el punto de encuentro de la cúpula chavista y algunos opositores que viven en la capital española. Allí se celebraban fiestas y reuniones donde coincidían personajes como el embajador chavista Mario Isea, el editor del periódico venezolano El Nacional Miguel Otero, el expresidente del TSJ Maikel Moreno, el exmagistrado Iván Rincón, los magistrados Calixto Ortega y Gladys Gutiérrez Alvarado o la exmagistrada Hildegar Rondón de Sanso, entre otros.
En una ocasión, según el mismo comentario, se produjo una pelea entre Isea y Otero en el bautizo de uno de los nietos de Villarroel, lo que evidencia la tensión que se vivía en esos encuentros. Hasta ahora, ninguno de esos personajes ha salido en defensa de Villarroel, quien está siendo investigado en Venezuela tras denuncias de corrupción y abuso de poder al frente de la Cruz Roja venezolana.
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El dominio sobre el TSJ, una influencia decisiva
Otro aspecto que revela el comentario de Moya es el dominio que ejercía Villarroel sobre el TSJ, el máximo órgano judicial del país y uno de los principales pilares del chavismo. Según Moya, la junta directiva del TSJ se reunía los martes y los viernes en la casa de Villarroel en Altamira, una zona residencial de Caracas. Allí los magistrados decidían todo y tomaban decisiones que afectaban a Venezuela.
Villarroel también se encargaba de costear los pasajes en primera clase y los lujosos hoteles de los magistrados chavistas cuando viajaban a Madrid. De esta manera, se aseguraba su lealtad. Villarroel tenía una gran influencia sobre el TSJ, que le permitía manejar a su antojo los asuntos legales que le interesaban.
El escándalo en torno a Villarroel ha generado una gran indignación en Venezuela y en el mundo, al poner en entredicho la labor humanitaria de la Cruz Roja Venezolana y la transparencia de sus recursos.
El poder de Mario Villarroel, no se limita a la Cruz Roja Venezolana. Su dominio sobre el TSJ ha sido total. Su junta directiva se reunía los martes, y los viernes en la casa de Villarroel en Altamira, allí los magistrados decidían todo y tomaban las decisiones.
El apartamento de… pic.twitter.com/TOUIazzlYK
— Cesar Moya (@zuricht94) August 1, 2023
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