El gobierno de Nicolás Maduro, a través del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) y del Ministerio Público, había puesto preso en Venezuela al colombiano Álvaro Pulido Vargas, socio de Alex Saab, días antes de ser anunciada públicamente la detención de Pulido.
Personas informadas revelan que contra Pulido fueron practicados dos procedimientos. En el primer procedimiento, Pulido fue retenido. En ese instante, el colombiano amenazó a los agentes del SEBIN con comunicarse con Maduro, asegurando que pronto sería liberado, tal y como luego terminaría sucediendo.
Pero la liberación de Pulido no sucedió sin que antes le fuera tomada declaración al colombiano y sin que los agentes del SEBIN revisaran y vaciaran los datos que el socio de Alex Saab tenía en su teléfono celular. En el aparato habrían sido halladas unas conversaciones en las que Pulido mantenía contactos con agentes de la DEA.
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Habría sido ese hallazgo el que dio origen a la segunda detención de Pulido, tras haber sido liberado días antes luego del primer procedimiento. Fue en ese segundo procedimiento en el que se anunció su detención, presentándose a Pulido como el «brazo financiero» de la organización de corrupción del exdiputado Hugbel Roa. Al colombiano le fueron imputados cinco cargos, que lo mantienen preso por tiempo indefinido y que ahora han hecho que su destino inmediato sea imprevisible.
