Juan Carlos Zapata (ALN).- Si los líderes no se ponen de acuerdo, si las contradicciones superan a los entes globales, si el canibalismo se impone en el mercado de los insumos médicos, si se da inicio a una guerra petrolera, si unos países le niegan a otros la cooperación necesaria, si se manipulan las cifras o se oculta la información verdadera, si unos creen estarlo haciendo mejor que otros, si no se coordina una estrategia mundial para enfrentar la crisis, ¿cómo se llama eso? Lo menos es desunión, egoísmo, combate. Lo de siempre, un mundo dividido, enfrentado, como si la amenaza no fuera suficiente.
Sobre estos aspectos es que Yuval Noah Harari no deja de llamar la atención. Y por ello se vuelca por el rescate de la confianza. Porque, cierto, la pandemia es el enemigo que ha provocado esta crisis global, pero la falta de confianza entre la gente, los gobernantes, los países, los políticos, da cuenta de una realidad todavía más peligrosa. Al virus se le puede derrotar de manera más fácil si la desconfianza no hubiera contagiado, para decirlo de una forma, el sistema inmunológico de la humanidad.
El filósofo e historiador Yuval Noah Harari, autor de Sapiens, Homo Deus y 21 Lecciones para el siglo XXI, ha escrito artículos, ha concedido entrevistas en los que repasa el impacto de las pandemias, las soluciones que se buscaron en cada una de ellas, las consecuencias en los cambios y los nuevos riesgos que entraña esta, la del coronavirus, para la democracia y la libertad individual por los controles que pueden derivar y quedarse para siempre como regla en algunos Estados.
Hay quienes se han sorprendido de que entre la seguridad y la libertad, la población prefiera la seguridad. Pero Yuval Noah Harari apunta en Financial Times que “en lugar de construir un régimen de vigilancia, no es demasiado tarde para reconstruir la confianza”.
Pero Yuval Noah Harari también pone el foco en algo que puede parecer obvio y resulta que si se observa el entorno no lo es. El mundo ni está unido ni está dando muestras de confianza, y este aspecto es clave para ganarle la batalla al virus. “La humanidad afronta hoy una grave crisis, no sólo debido al coronavirus, sino también por la falta de confianza entre las personas”, apunta en un artículo publicado en Time. En un primer análisis publicado en Financial Times, ya había adelantado que para lograr niveles de “conformidad y cooperación se precisa confianza”.
El axioma es este: “Cuando los humanos se pelean, los virus se duplican”, escribió en Time. “En cambio, si la epidemia produce una mayor cooperación mundial, esa será una victoria no sólo contra el coronavirus, sino contra todos los patógenos futuros”. Voces tan diversas como el Papa Francisco y el magnate Bill Gates se han pronunciado por la necesidad de un liderazgo que deponga las contradicciones.
El pensador israelí observa la falta de confianza en distintos niveles. Así, escribió en Time, que “para superar una epidemia, la gente necesita confiar en los expertos científicos, los ciudadanos necesitan confiar en las autoridades y los países necesitan confiar unos en otros”.
A los políticos los acusa sin medias tintas. “En los últimos años, unos políticos irresponsables han socavado deliberadamente la fe en la ciencia, las autoridades públicas y la cooperación internacional”.
¿Y a dónde ha conducido esta falta de fe? A que el mundo esté enfrentando la crisis del coronavirus “sin ningún líder mundial capaz de inspirar, organizar y financiar una respuesta global coordinada”.
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La falta de fe y confianza puede manifestarse en conductas como la compra nerviosa y masiva de papel higiénico por los ciudadanos. Es un tema, dice Yuval Noah Harari en una entrevista concedida a la revista XL Semanal, que “me sigue pareciendo un enigma”. Sin embargo, apunta que “el acaparamiento y las compras masivas son una parte del precio que pagamos por el hecho de que haya políticos irresponsables minando la fe en la ciencia, en los medios de comunicación y en las autoridades. La gente reacciona con histeria. Tenemos que aprender a confiar otra vez”.
En el análisis publicado en Financial Times, señalaba que “por lo general, una confianza que se ha erosionado durante años no puede reconstruirse de la noche a la mañana. Sin embargo, no son tiempos normales. En un momento de crisis, las mentes también pueden cambiar con rapidez”.
“No es demasiado tarde”
El filósofo e historiador advierte sobre otra amenaza en medio de este entorno de crisis, y este planteamiento ya dice mucho o confirma la falta de confianza hacia el liderazgo mundial. Que los “mismos políticos irresponsables podrían verse tentados a tomar la senda del autoritarismo, argumentando que no cabe confiar en que la población haga lo correcto”.
Es una observación compleja que tiene que ver con las soluciones políticas y económicas y al mismo tiempo con la vigilancia puesta en marcha en algunos Estados con el propósito de vencer la pandemia. El problema es que esos controles pueden quedarse para siempre, ocasionando la pérdida de las libertades individuales. Hay quienes se han sorprendido de que entre la seguridad y la libertad, la población prefiera la seguridad. Pero Yuval Noah Harari apunta en Financial Times que “en lugar de construir un régimen de vigilancia, no es demasiado tarde para reconstruir la confianza”. Y que en todo caso, las nuevas tecnologías de vigilancia también deberían usarse para “empoderar a los ciudadanos”.
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Tomado de Yuval Noah Harari cree que la falta de confianza en el mundo es peor que el coronavirus