De acuerdo al matemático y experto en análisis militar y político, José Humberto García, Venezuela es el centro de desinformación más grande de Latinoamérica.
En opinión de José Humberto García, en Venezuela opera el centro de desinformación más grande de Latinoamérica el cual es utilizado tanto en función de los intereses del régimen, como de sus aliados.
Refiere que el régimen de Nicolás Maduro y su predecesor comprendieron la importancia de las comunicaciones y actuaron en consecuencia, conformando una estructura para imponer narrativas de acuerdo a sus intereses.
En tal sentido recordó una entrevista que Nicolás Maduro concedió a Ignacio Ramonet no hace mucho tiempo y en ella, el mandatario, reconoció la importancia que el manejo de las comunicaciones tiene para el régimen.
Maduro le refirió a Ramonet, que cuando entendieron el poder de la media social, comprendieron cómo ocurre la comunicación de la humanidad en la actualidad, por lo que buscaron a los expertos en la materia para que los ayudaran a manejar las comunicaciones en Venezuela. García apunta que los verdaderos expertos de este tema son los rusos.
Asimismo, José Humberto García cita un trabajo de prensa de una revista estadounidense que hace referencia al descubrimiento, demostrado a través de geolocalización, de que la influencia de Rusia y de todo este bloque antioccidental en México, tiene su origen en Venezuela.
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Venezuela en medio de la tormenta
Para graficar la situación existente en Venezuela y cómo el país está enmarcado en el contexto mundial, José Humberto García equipara al país con un barco que navega en medio de un mar embravecido.
Mientras en la embarcación hay un personal que lo dirige y toma decisiones, el barco que se encuentra en un mar en tormenta, en verdad es gobernado desde afuera, es la tormenta la que controla el rumbo de la nave.
Explica que los cuatro líderes del mundo, el bloque europeo, el bloque ruso, el bloque chino y los Estados Unidos, están tratando de reorganizar el orden mundial y ese es el contexto, ese el mar en el que navega Venezuela.
“Todo ese panorama afecta la capacidad de los venezolanos de conseguir la libertad y de que se produzcan cambios democráticos en el país”, asevera García.
El contexto mundial y sus escenarios
José Humberto García destaca que el panorama mundial presenta situaciones como la guerra en Ucrania, con una Europa con su estructura militar desactivada y dependiente de fuentes energéticas rusas.
Por ello advierte que las sanciones de la Unión Europea a Rusia son de efecto nulo, toda vez que la economía de Europa, su parque industrial, funciona por el gas y el petróleo que le venden los rusos.
Además, subraya que Rusia, a partir la recuperación económica que experimentó en los últimos 15 años, decidió restablecer la zona de influencia que mantenía la Unión Soviética. En tal sentido, Moscú trabaja para recuperar el control de los países satélites de la URSS y aunque este bloque no vuelva a erigirse en términos en que antes existía, sí está logrando controlar la zona que les es circundante.
Irán como factor desestabilizador
El segundo contexto al que José Humberto García se remite como factor desestabilizador, es Irán, cuyo objetivo es la provocación.
Explica que la nación persa carece de un aparato militar importante para enfrentar a Israel, por lo que se vale de la guerra híbrida, guerra proxy —utilización de terceros para enfrentar al enemigo— para atacar. Usa como ejemplo de esto los ataques a Israel en los que ha contado con apoyo de Turquía, Arabia Saudita, Jordania.
Refiere que estas guerras híbridas y guerras proxys sirven a Irán para influenciar al mundo de acuerdo a sus intereses, en particular, en el en el medio oriente, en la zona de Israel, Jordania, Arabia Saudita, etc. Allí, durante muchos años, trabajando con ejércitos proxys como Hamás (Israel), Hesbollah (Líbano), los hutíes (Yemén), tratando de influenciar la presencia de otras potencias en el sector.
La realidad venezolana
José Humberto García dice, entonces, que el descrito es el contexto internacional en el que se encuentra Venezuela, al que estos países mantienen en la mira.
“Lo que estamos viendo es la reorganización del orden mundial, donde los europeos han perdido muchísima de su influencia inicial tanto económica como militar; donde la población de los Estados Unidos experimenta un cansancio (…) Esta generación de votantes de los EE. UU. está un poco agotada de la presencia de ese país en todas las esquinas del mundo resolviendo todo tipo de problemas”.
Así tenemos que mientras EE. UU. busca intervenir en menos conflictos, China se recupera y pasa de ser un país rural con muchísima pobreza, a convertirse en una superpotencia luego de un proceso de reorganización económica y militar.
La presencia de Rusia, China e Irán en Venezuela se produce y el territorio del país se ha distribuido entre ellos, en fusión de los intereses que la gran alianza contra Occidente tiene.
Factores determinantes para Venezuela
La desinformación es política de Estado en Venezuela.
José Humberto García refiere que el panorama político venezolano se desarrolla en un momento en el que existen dos factores fundamentales que influirán de manera determinante lo que va a ocurrir dentro de Venezuela.
El primero es el momento político que se vive en los Estados Unidos; y el segundo, lo que ocurre con Rusia y con los recursos petroleros descubiertos en las aguas por delimitar entre Venezuela y Guyana, específicamente, en el territorio Esequibo.
En Estados Unidos, dice, los demócratas buscan mantenerse en el poder y para ello echan mano de una política económica similar a la implementada en Venezuela en los años 80, consistente en crear dinero de la nada y tirarlo a la calle para que se produzcan favoritismos.
Esta política ha generado una gran inflación en EE. UU. que mantiene descontenta a la población estadounidense. El gobierno de Biden, en aras de mantener el pequeño flujo de petróleo hacia su territorio, reimpone sanciones por un lado y concede licencias por el otro.
Una política dirigida a controlar un poco la inflación al impedir el aumento de la gasolina, valiéndose del suministro de petróleo venezolano.
Entretanto, Rusia que mantiene el control de las economías europeas a través del suministro de petróleo y gas, tiene asimismo un tipo de crudo que se produce en las montañas urales, muy similar, casi idéntico, al descubierto en las aguas por delimitar entre Venezuela y Guyana.
Así tenemos que, mientras por un lado unos bregan para que el crudo de la zona en reclamación sirva para sustituir al ruso, desde Moscú, con el gobierno de Maduro como agente, desarrollan una política que impida la explotación petrolera en el Esequibo.
La guerra como escenario poco probable para Venezuela
José Humberto García considera que la guerra por el Esequibo no es un escenario probable para Venezuela.
En la actualidad, la empresa Exxon está a punto de comenzar un proceso de perforación y extracción de petróleo que les compite directamente a los rusos en las refinerías europeas.
Por su parte, Rusia en su interés de mantener su mercado en Europa, trabaja con Venezuela convertida en un agente a su servicio, al que además le controla sus fuerzas armadas.
En medio de los Estados Unidos y Rusia, Venezuela enfrenta una elección presidencial sin saber si los factores de poder externos van a dominar dicha elección.
Pero José Humberto García advierte que como Venezuela no tiene la capacidad para medir el valor del Esequibo, puesto que se trata de un territorio selvático, no se plantea este como un escenario para entablar un combate durante mucho tiempo.
Cree que el camino que seguramente tomaría el régimen de Maduro sería la del saboteo de la extracción petrolera por parte de Guyana en las aguas no delimitadas. Un comportamiento similar al de los hutíes de Yemen en el Mar Rojo.
Hablamos de una guerra proxy en la que estarían actuando en favor de los intereses rusos. Tales acciones pueden emprenderse desde los estados Sucre y Anzoátegui, incluso, desde Puerto Cabello, si se quieren mover fragatas.
Si desea profundizar en los detalles de esta entrevista vea en “Sin Filtros” el programa “En Venezuela está el centro más grande de desinformación de América Latina”.
Tomado de Venezuela es el centro de desinformación más grande de Latinoamérica