La deuda del Gobierno con el sector privado por las importaciones no liquidadas y pagos de los servicios y dividendos va en ascenso.
Cálculos de la firma Ecoanalítica revelan que la deuda comercial con los privados a diciembre de 2013 estaba en 23,6 millardos de dólares y al cierre de marzo de 2014 escaló a 25,8 millardos de dólares. En un trimestre aumentó 9,3%.
Cuando se desagregan esos compromisos se tiene que las importaciones no liquidadas por Cadivi se ubican en 9,8 millardos de dólares.
Empresarios de diversos sectores le han informado al Gobierno nacional que ese es el principal problema que enfrentan. La paralización de empresas o líneas de producción está ligada a ese impago, ya que los proveedores en el exterior se niegan a despachar mercancía.
«La deuda todavía está en veremos», aseveró recientemente Eduardo Garmendia, presidente de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria). Dijo que no saben «cuál va a ser el tratamiento» que darán las autoridades al tema.
El mensaje del Ejecutivo nacional ha sido ambiguo. En enero pasado Rafael Ramírez, vicepresidente del Área Económica, encendió las alarmas en el sector empresarial al condicionar el pago.
«Vamos a discutir esa deuda. Por ejemplo, hay gente que tiene deuda hace dos años, está bien, pero ya vendió el producto. ¿A qué tasa lo vendiste? Se lo vendiste al pueblo a tasa del paralelo, entonces por qué te voy a dar más dólares preferenciales», dijo Ramírez.
El Gobierno pareció rectificar y se comprometió a cancelar hasta el 30% de lo adeudado con los denominados sectores prioritarios. Sin embargo, en el ámbito empresarial aseguran que ese pago aún no se ha hecho efectivo, lo que ha impactado los niveles de los inventarios y la productividad de las empresas.
Los datos de Conindustria indican que en el primer trimestre del año el sector manufacturero apenas empleó 48,02% de la capacidad instalada, la cifra más baja desde 2003.
Pero los compromisos del Gobierno nacional con los empresarios son mayores. Los cálculos de Ecoanalítica indican que los retrasos en los dividendos aprobados y no entregados llegan hasta 4,2 millardos de dólares.
Por su parte, las cancelaciones pendientes de servicios (aerolíneas, seguros, entre otros) ya supera los 5,7 millardos de dólares. El sector de las aerolíneas es uno de los que más ha advertido la imposibilidad de seguir operando en el país sin la cancelación de la deuda.
Air Canadá cesó su actividad en el mercado local. Alitalia suspendió los vuelos del mes de junio y Lufthansa dejó de vender boletos en Venezuela, entre otras reacciones.
«Esto tiene un límite que lo establece cada línea, pero todas están preocupadas, todas están en la lista y estudian si deberán suspender operaciones temporalmente», advirtió el pasado viernes Humberto Figuera, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela (ALAV), según reseñó AFP.
La deuda crece cuando se suman los compromisos de Pdvsa con las empresas mixtas, los cuales llegan a 6,1 millardos de dólares.
Pero mientras se retrasan las entregas de divisas a los privados, el Gobierno aumenta los saldos de sus fondos en dólares en el exterior, de acuerdo a los análisis de Ecoanalítica.
A marzo de este año el Ejecutivo tenía acumulado en sus fondos 15,8 millardos de dólares, en marzo de 2013 el saldo era 9,3 millardos de dólares. Asdrúbal Oliveros, economista y director de la firma, destaca que «el Gobierno acumula fondos al dejarle de pagar al sector privado».
La semana pasada la firma Síntesis Financiera, indicó en su habitual reporte El Tesorero, fechado del 12 al 16 de mayo, que al detallar el comportamiento a la baja de las reservas internacionales pareciera evidenciarse «un bajo ingreso de divisas petroleras», según reportó el diario El Universal.
Tomado de Venezuela en default con su deuda comercial (y el dolar @75)