Mucho se ha hablado de la extraordinaria bloguera cubana, Yoani Sánchez. Su blog, Generación Y, ha causado una gran revolución, tanto entre los opositores como entre los partidarios de la dictadura de Castro. Recientemente recibió el importante premio literario Ortega y Gasset. Además, Yoani también ha sido nombrada como una de las 100 personas más influyentes del mundo, por la revista TIME. No me sorprende entonces que iba a aprovechar al máximo mi visita a Cuba y hacer los arreglos necesarios para reunirme con ella, para determinar, por mi cuenta, si lo que está escrito es cierto o no. Así que nos reunimos en una cafetería cercana a su edificio, cuyo ascensor marcas en su piso marcar dos cincos, dos dieces y el undécimo botón nos llevó hasta el treceavo, tal vez para alejar la mala suerte. Su esposo, el escritor Reinaldo Escobar, también compartió algunos pensamientos.
Yoani es solo otro ejemplo de ciudadana común, como ella misma se autodenomina, con un tremendo impacto en la sociedad, incluso aquí, en este faro de represión y autoritarismo. Dijo que ni una sola vez ha escrito las palabras democracia, derechos humanos y libertad, aunque su blog trata precisamente de eso. Tenía muchas preguntas en mente, sin embargo, la primera era:
– La gente está diciendo que eres un agente cubano. ¿Qué tienes que decir al respecto?
– Yoani Sánchez (YS): Bueno, me han acusado de muchas cosas, pero principalmente me perciben como un agente de Castro o un peón de ‘El Imperio’. Con respecto a ambos, tengo el mismo enfoque, es decir, no presto atención a los chismes sin fundamento. Doy la bienvenida a las personas que vienen y debaten ideas. Sin embargo, hay que entender las razones que impulsan, a ambos lados, a llegar a tales opiniones. Aquellos que se oponen a este régimen pueden sentirse amenazados de alguna manera, incómodos porque estoy haciendo algo desde aquí que la mayoría no se ha atrevido. Claramente, esta inseguridad, o falta de imaginación e ingenio si se quiere, debe ser entendida en su justa dimensión individual y colectiva. Con respecto a las acusaciones provenientes del otro bando, supongo que solo probaron mi punto al prohibirme viajar a España para obtener el premio. Habría sido incómodo viajar allí y enfrentar preguntas como «Señora Sánchez, ¿cómo concilia su argumento sobre la falta de libertades en Cuba y el permiso que se le otorgó para viajar a España?» No sólo el régimen me ha dado la razón, cuando he argumentado que aquí se violan sistemáticamente los derechos civiles y políticos, me ha oxigenado a mí ya mi causa, y por eso estoy agradecido. Reinaldo agrega que algunos han argumentado que Yoani ha sido objeto de manipulación. A su juicio, el momento en que alguien decide abandonar la intimidad de su propia vida, pasando a la esfera pública, es objeto de manipulación por el propio intercambio de ideas y debate.
– ¿De verdad crees que los hermanos Castro son tan torpes como eso?
– YS: Solicité un permiso de viaje y mi visa no fue otorgada por un tecnicismo, creemos. Todo cubano que viva continuamente fuera de la isla por más de once meses pierde la nacionalidad cubana. O eso dice la ley. Al regresar de vivir en Suiza decidí quedarme y comuniqué a las autoridades que había perdido mis documentos de viaje. Eso me colocó en un limbo legal: aunque nací, me crié y viví todos menos dos años de mi vida aquí, técnicamente perdí mi nacionalidad cubana, que es la única que tengo. Por lo tanto, no fue una sorpresa que el régimen no me permitiera viajar. Reinaldo y yo hicimos todos los trámites necesarios para ello, incluso alertamos a las autoridades del escándalo que provocaría la prohibición de mi viaje. El premio Ortega y Gasset y la revista TIME contribuyeron a probar lo que discutíamos. Sin embargo, el régimen no quiso saber nada de eso, la decisión fue tomada al más alto nivel y no por un oscuro burócrata.
– ¿Por qué cree que esta decisión se tomó desde arriba?
YS: Creo que temen que juntarme con otros periodistas, blogueros y personas conocedoras de los medios habría potenciado mis habilidades de comunicación y, ciertamente, habría mejorado mi red de contactos y la atención que la gente le está prestando a mi causa.
– Entonces, ¿cuál es tu causa?
– YS: Estoy totalmente dispuesto al debate, a la creación de un espacio donde los cubanos y las partes interesadas podamos debatir sobre los temas que nos afectan de manera madura y respetuosa.
– Pero hacerlo podría abrir una lata de gusanos. Sabes, en Venezuela alguien creó un sitio web llamado noticierodigital.com y esa plataforma se convirtió en eso, un lugar donde personas de todos los ámbitos de la vida despotricaban sobre temas básicos y políticos. Su fundador terminó vendiendo, su nuevo editor terminó renunciando, tenga en cuenta las dificultades que enfrenta para conectarse, ¿cómo logrará mantener a raya a los fanáticos y moderar los comentarios?
– YS: divertido que digas eso. El sitio ha traído cosas interesantes, entre las que destaca un grupo de extraordinarios colaboradores que, de todo el mundo, mantienen la paz en la sección de comentarios. Les asigné tres tareas: no se permite copiar y pegar, leer, no reimprimir cosas de otros lugares para beneficiarse de los millones de visitantes; no se permite el robo de identidades de red y los moderadores no pueden publicar comentarios porque eso crearía un conflicto de intereses. A menudo publico algo y la sección de comentarios deriva en discusiones totalmente ajenas a mi artículo original, aunque eso me gusta, disfruto el debate tanto como cualquier verdadero demócrata.
– Leí recientemente que no podía acceder al sitio y que había sido pirateado.
– YS: el régimen cubano tiene muchos buenos hackers eso seguro. Según el acceso al sitio desde aquí, no me importa. Hemos desarrollado una forma de publicar mis publicaciones independientemente de los intentos de los piratas informáticos y cada pocos días me envían un resumen de los comentarios y capturas de pantalla del sitio para que pueda realizar un seguimiento de todo. Con la ayuda de la red ciudadana que hemos desarrollado venceré todo lo que me lancen. Bloguear es un fenómeno totalmente nuevo aquí y el régimen no sabe cómo compartimentarme, pero supongo que cuando lo hagan estaré en riesgo como todos los demás demócratas.
– Me llama la atención que los motivos que te impulsan a emprender tu e-crusade son muy similares a los que me impulsaron a mí. ¿Se siente representado por alguno de los actores políticos en Cuba?
– YS: no, no lo hago. La decisión de comenzar con esto simplemente surgió de mi total frustración por no tener a nadie planteando los temas que me preocupan a mí ya muchos otros cubanos. La mía es una iniciativa ciudadana. Como mencioné anteriormente nunca he escrito las palabras democracia, derechos humanos y libertad en mi blog, sin embargo la falta de ellas y la inexistencia de interlocutores que comenten efectivamente lo que considero relevante me llevó a esto (Reinaldo bromea diciendo lo humilde que es su amada esposa) .
– Hablando de eso, ¿cuántas visitas recibe tu blog?
– YS: En el transcurso de este mes ha recibido más de 9 millones de visitantes.
– Eso es bastante bueno. Sin embargo, ¿no cree que la curva finalmente se aplanará y la gente perderá interés, como suele ocurrir con los blogs?
– YS: Efectivamente, sin duda, los artículos en los principales periódicos, el premio Ortega y Gasset y EL TIEMPO han contribuido al éxito del blog. Sin embargo, ninguno ha hecho más para convertirlo en un
causa célebre como la decisión del régimen de impedir mi viaje. Francamente, habría pensado que eran más inteligentes.
– Entonces, ¿qué planeas hacer con
16.000 € precio dinero?
– YS: estamos viendo posibles formas de traerlo.
– Entiendo que el régimen impone una ‘tarifa’ del 20% en todas las transacciones denominadas en dólares.
– YS: si, ese es el caso. Sin embargo, dado que lo que me otorgaron es en euros, es diferente, pero no fácil.
– Por último, ¿cómo podrían otros blogueros colaborar contigo/tu causa?
– YS: al vincularse con nosotros; haciendo comentarios reflexivos y coherentes; al difundir la noticia. Desafortunadamente, los cubanos en general son analfabetos informáticos y es difícil para ellos comprender el poder absoluto de Internet. Es por eso que la mayoría de la gente no entiende lo que estoy haciendo o cómo lo hago. Ojalá más cubanos comenzaran a bloguear, pero para que eso suceda es necesario superar los obstáculos relacionados con las tecnologías de la información, y eso no es fácil considerando las restricciones impuestas al respecto. En todo caso estamos tratando de educar a los demás para que el blogging se convierta en Cuba en una característica permanente, en un medio de democratización de la expresión ciudadana, como en el mundo libre.
Me fui pensando que había conocido a dos personas extraordinarias. Independientemente de las asfixiantes condiciones de vida en Cuba, Yoani y Reinaldo son solo dos de los muchos individuos aquí que demuestran con hechos cotidianos que ninguna cantidad de represión puede disolver la determinación intrínseca del ser humano de vivir en libertad. Porque Yoani y Reinaldo son libres, hasta en Cuba.