Y así concluye el último informe publicado por el IPCC de la ONU:
Aunque la ciencia para proporcionar a los formuladores de políticas información sobre los impactos del cambio climático y el potencial de adaptación ha mejorado desde la Tercera Evaluación, aún quedan muchas preguntas importantes por responder. Los capítulos del informe del Grupo de Trabajo II incluyen una serie de juicios sobre las prioridades para una mayor observación e investigación, y este consejo debe ser considerado seriamente…
Lea «Dennos más dinero para que podamos continuar con el lucrativo negocio de aterrorizar a los ignorantes y los crédulos, para que ustedes -el informe está dirigido a los políticos- puedan gravar a la gente hasta el infierno y más allá».
El ‘informe científico’ contiene frases realmente destacables, como «Será necesaria una adaptación para abordar los impactos resultantes del calentamiento que ya es inevitable debido a las emisiones pasadas». Esta pequeña oración resume bastante bien la deshonestidad intelectual de las personas involucradas en la redacción del informe, ya que implica que el calentamiento global es un fenómeno causado, de manera determinada, por emisiones antropogénicas pasadas. Esto es mentira y no está respaldado por evidencia, de hecho ignora los registros geológicos y paleoclimáticos y los muchísimos períodos de calentamiento y enfriamiento sufridos en la historia de la tierra, cuando ni siquiera existían causas antropogénicas.
Curiosamente, el informe afirma que las naciones pobres serán las más afectadas por el calentamiento global. Presumiblemente, sólo la adherencia estricta a las políticas de desarrollo propuestas por estos ‘expertos’ minimizará el impacto sobre los más pobres del mundo. Habría pensado que había visto el racismo en algunas de sus expresiones más crudas, pero esta ciertamente encabeza la lista.
Dado que la esperanza es lo último que muere, uno solo puede esperar que un poco de sentido común golpee a los responsables políticos y que este informe sea tratado como lo que es; nada más que una declaración de hecho sobre el cambio climático, como si fuera un nuevo descubrimiento. El clima siempre está cambiando y ninguna cantidad de impuestos, conclusiones basadas en el resentimiento, la hipérbole o, más mundanamente, las gilipolleces izquierdistas cambiarán el curso de la naturaleza, gracias a Dios…