Hoy tuve la oportunidad de servir como traductor del ex presidente de Bolivia, Carlos Mesa, en un evento realizado en el parlamento inglés. Sigo, entonces, con un sumario de los puntos más relevantes desde mi punto de vista.
El Sr. Mesa comenzó con una perspectiva politico-económica de centro y Sudamérica. En ese contexto, Centro America y Mexico tienen relaciones geopolíticas distintas con los mercados internacionales, los EEUU, y Europa debido a la naturaleza de las actividades económicas que las caracteriza. Es decir, cuando las relaciones de los países de Sudamerica están signadas por el incremento del valor de las materias primas, hidrocarburos, minerales, etc., no es ese el caso de Mexico y Centro America, donde las maquilas, o industria manufacturera, son los motores económicos principales.
La region está dividida en países con gobiernos de izquierda, centro y derecha. El Sr. Mesa hizo la salvedad sobre la necesidad de analizar, con sumo cuidado, las particularidades políticas de cada país, para poder determinar a cual grupo pertenecen. Así, Venezuela, Ecuador, y Bolivia, son países de gobiernos de izquierda, con una clara deriva autoritaria. En el caso particular de Bolivia, el ex presidente afirmó que el éxito o fracaso del proyecto político de Evo Morales, no está ligado directamente a la suerte, y fondos, de Hugo Chavez, aun cuando admitió que el aparato de inteligencia boliviano está controlado por Cuba y Venezuela. Según Mesa, Morales tiene su propio proyecto, que rivaliza con el chavista y que definió como el intento de convertirse en el líder de todas las naciones indígenas del continente, cosa que Chavez, por mucho que pretenda, nunca podrá hacer por cuestiones étnicas. El ascenso al poder de Morales es significativo, y ha sentado un precedente histórico en Bolivia, por cuanto es el primer presidente indígena de esa nación. Luego de su ascenso al poder, 36 naciones indígenas diferentes han sido reconocidas en la constitución de Bolivia.
El Sr. Mesa expresó preocupación sobre dicha constitución, mediante la cual el régimen de Morales otorgó carácter constitucional a un sistema de justicia consuetudinario, conocido como justicia comunitaria, lo cual calificó como grave, por cuanto no se ha definido aun cómo dicho sistema va a cohabitar en el cuerpo de leyes de Bolivia con el sistema de administración de justicia ordinario, el cual está regido por el debido proceso, tratados internacionales, etc. Este tema lo conozco bastante bien, pues estuve a cargo de hacer un reporte al respecto, que explica lo discriminatorio, absurdo e ilegal de ese sistema.
Otro asunto de suma importancia, es la designación, a dedo, de los jueces de la corte suprema de justicia, y de los jueces de la corte electoral. Mesa explicó que Bolivia tenía cuatro, en lugar de tres, ramas de poder: ejecutivo, legislativo, judicial y electoral. Sin duda, la refundacion del estado boliviano a partir de una asamblea nacional constituyente está inspirada en el modelo impuesto en 1999 por Chavez en Venezuela. Al respecto, podría argüirse que el poder en Bolivia está dividido en cinco ramas, por cuanto la administración de justicia ha sido subdividida en dos sistemas incompatibles entre si, uno de los cuales, el sistema de justicia comunitaria, no está supeditado sino a los designios y tradiciones orales de las comunidades indígenas donde se practica, en absoluta violación al debido proceso y derechos fundamentales. En cualquier caso, Mesa comentó que cinco ex presidentes y vice presidentes de Bolivia, tienen causas abiertas en la corte suprema, causas que fueron iniciadas por Evo Morales, cuando era congresista, y que están siendo dirimidas en la actualidad por jueces designados por Morales, una vez que se instaló en la presidencia. Por tanto, la justicia en Bolivia está totalmente parcializada.
Mesa comentó lo ironico del hecho que los mismos grupos indigenistas que llevaron a Morales al poder, lo han hecho retroceder recientemente debido al incremento del precio de la gasolina. Al igual que en Venezuela, la oposición en Bolivia está muy atomizada, y pugnando por pequeñas parcelas de poder, lo cual le impide capitalizar la perdida de popularidad de Morales.
El ex presidente se paseó brevemente por las relaciones internacionales de Sudamérica. Dijo que la mayoría de los países de la región estaban prácticamente aprovechándose de la nueva relevancia de Brasil en el escenario mundial. De Brasil dijo que había pasado de posibilidad a realidad, y ello se veía reflejado en la dureza de sus posiciones en negociaciones bilaterales, y multilaterales, como por ejemplo la Organización Mundial de Comercio. El balance de poder en la región se ha visto también afectado por lo que considera como una suerte de cesión de poder, y de responsabilidad, de EEUU a Brasil, lo cual éste último ha aceptado de buena gana. Esta retirada de EEUU está enmarcada en lo que definió como la crisis que afecta tanto a ese país como a Europa. Crisis que ha sido aprovechada también por China, para establecer una firme presencia en la región, y tener acceso a fuentes de materias primas.
Luego vino la sesión de preguntas y respuestas. Alguien preguntó sobre la nueva presencia de Iran en Bolivia, y Venezuela. Mesa comentó que había habido un cambio drástico en la política exterior de Brasil, desde la asunción de Dilma Roussef, quien ha puesto tierra de por medio entre su país e Iran, en clara contraposición a la actitud de su antecesor Lula. Habida cuenta de lo comentado en el párrafo anterior, es probable que la posición de Brasil termine dictando una posición común con respecto a Iran.
Otro asistente preguntó sobre si el desarrollo de la explotación de litio, en el Salar de Uyuni, se haría en base a un modelo del siglo XXI que aporte beneficios a Bolivia, o si por el contrario se hará siguiendo modelos poco transparentes, mercantilistas quizás, característicos del siglo XIX. El ex presidente Mesa respondió diciendo que aunque el Salar de Uyuni contenía la mayor reserva de litio del mundo, no era el único depósito de litio de la región. Chile y Argentina tambien tienen depósitos de litio, los cuales están siendo explotados por trasnacionales, las cuales han invertido grandes sumas gracias a regulaciones claras y modernas. Si Bolivia ha de competir por inversión externa en mercados internacionales para el desarrollo de la industria de extracción del litio, tendrá obligatoriamente que implementar leyes similares a las de Chile y Argentina.
El Mercosur y la Comunidad Andina de Naciones salieron a colación, y cómo estos bloques no terminaban de cerrar acuerdos comerciales con Europa, o los EEUU. En este sentido, el Sr. Mesa dijo que había que hacer un gran esfuerzo político de integración, similar al europeo y modelado en la propuesta hecha en el año 2000, por el ex presidente de Brasil Fernando Henrique Cardozo. Dicha propuesta, referida por Mesa como UNASUR, debe alinearse alrededor de tres grandes áreas de desarrollo económico: infraestructura, energía, y telecomunicaciones.
La disputa entre Chile y Bolivia por el acceso al mar tambien fue mencionada en una pregunta. Al respecto, el ex presidente se refirió a la soberanía como el problema principal, por cuanto Chile habría estado dispuesto a ceder un enclave, pero sin soberania, lo cual fue rechazado por Bolivia. Mesa enfatizó la necesidad de crear una comisión tripartita, que incluya al Perú, en cualquier negociación futura si algún éxito se espera.
Preguntado sobre la pérdida de relevancia de Argentina en el Cono Sur, Mesa afirmó que el pais había estado, y está, sumido en una crisis política interna, mientras que la conducción de su política externa había sufrido, al estar en pugna por el liderazgo del Mercosur con Brasil por un lado, y por otro su alianza con Hugo Chavez. Mesa dijo que, curiosamente, es Chile quien está asumiendo un rol de liderazgo cada vez más preponderante en el Cono Sur, debido a sus excelentes relaciones internacionales.
Finalmente, se le solicitó hablar del legado de su gestión, el cual resumió en tres puntos: 1) el respeto absoluto por los derechos humanos, violaciones a los cuales lo llevaron a renunciar; 2) la ley de hidrocarburos, la cual incrementó el gravamen de impuestos al 53%; y 3) una reforma fiscal que redujo el déficit de 8,1% a 2,1%.
Tomado de Traduciendo a Carlos Mesa, ex presidente de Bolivia