Este no ha sido el mejor año para Aeropostal. Así lo refleja una tasa de ocupación que es la mitad de la que se había proyectado. Sólo 12 mil personas abordan diariamente las naves de la aerolínea en temporada alta, cuando se esperaba una ocupación promedio de 21 mil personas. Además, se redujeron mil horas de vuelo y se recortaron gastos de servicio a bordo, pero aún así las pérdidas alcanzan 10 millones de dólares. Este déficit, desencadenado principalmente por el aumento de las tarifas a causa de la devaluación, entorpece la gestión de pagos, los beneficios laborales y las condiciones económicas de los trabajadores de la empresa. Aunque Nelson Rámiz llegó para convertir a Aeropostal en la línea bandera de Venezuela, sólo ha logrado avanzar entre obstáculos para mantenerla funcionando.
Dos años sin recibir aumentos llevaron a un grupo anónimo de empleados a difundir un comunicado expresando el descontento ante la morosidad en el pago de jornadas extraordinarias, feriados y varios de los beneficios. Se trata de la más reciente acción de protesta luego de una huelga de pilotos a principios de mes que paralizó cerca de 50 vuelos nacionales.
Ramiz no desea apelar a recortes de nómina y afirmó ayer que había convocado comités consultivos en cada uno de los departamentos para atender directamente los problemas de pagos.
Haciendo un recuento de la estrategia de Aeropostal, encontramos que una de las iniciativas para impulsar a la compañía fue el establecimiento de vuelos entre Caracas y Madrid en asociación con Air Europa, pero la propuesta se concretó muy tarde, en junio de este año, cuando estaba planteada desde el 99. Con estas condiciones, no se ha logrado generar el flujo de caja necesario para honrar la deuda interna de la empresa. De igual manera, han sido truncadas las intenciones de abrir rutas hacia Milán, Lisboa y Santiago de Chile, debido a que el Ministerio de Transporte y Comunicaciones no otorgó las habilitaciones.
Por este camino, las alternativas que le quedan a la empresa pasan por la reducción de rutas, el recorte de nómina y la entrega de los siete aviones que están bajo la figura del arrendamiento, todo esto a la espera de tiempos mejores.