VenePirámides
Hace casi 76 años se divulgó por primera vez el concepto de «sembrar el petróleo» por parte de Arturo Uslar Pietri. Sin embargo, tras décadas de repetir y repetir la idea, ésta sólo ha quedado en palabras pues Venezuela cada vez es más dependiente y vulnerable ante los inestables precios del crudo.
En las últimas semanas la incertidumbre que existe sobre el desarrollo de la crisis económica en la zona euro ha arrastrado las cotizaciones del crudo por debajo de los 100 dólares tras una caída promedio cercana al 20%. En el caso de la cesta venezolana, desde la primera semana de mayo la pérdida ha sido de 19,98 dólares, o 17,5%, para ubicarse en 94,05 dólares por barril.
Si bien el promedio del año aún se encuentra en un nivel histórico récord de 110,27 dólares, de mantenerse la tendencia a la baja o sencillamente estabilizarse los precios por debajo de la barrera de los 100 dólares las falencias de la economía venezolana se harían más evidentes.
«Ya somos vulnerables, pero con una caída en los precios la vulnerabilidad se exacerba de forma importante», comentó Asdrúbal Oliveros, director de la firma Ecoanalítica.
El economista explicó que la fuerte voracidad en el gasto del Gobierno actual hace necesario que los precios del petróleo no sólo sean altos, sino que aumenten constantemente, «de lo contrario habrá dificultades».
Recordó que el año pasado, cuando la cotización del crudo nacional promedió 101,06 dólares, el sector público restringido (donde se incluyen empresas como Pdvsa) cerró con un déficit de casi 20% del Producto Interno Bruto (PIB). Mientras que la estimación de la firma para este año es que dicho déficit reduzca a 14%, siempre y cuando el petróleo promedie 105 dólares por barril; de ser menor, el déficit sería mayor.
Oliveros calcula que por cada reducción de un dólar en la cotización promedio anual del petróleo venezolano el Gobierno deja de percibir aproximadamente 700 millones de dólares por ingresos fiscales.
Conforme vaya cayendo el crudo nacional menor será la disponibilidad para que el Gobierno pueda seguir alimentando su estrategia de acelerar el gasto, que desde septiembre ha venido en aumento a un promedio mensual interanual de 30% en términos reales.
La última vez que el Gobierno se vio en la necesidad de hacer un ajuste en las cuentas por descenso en los precios del crudo fue en 2009, cuando tras la debacle financiera del 2008 las cotizaciones fueron sensiblemente afectadas.
En esa oportunidad, tras haber afirmado que Venezuela estaba «blindada», el presidente Chávez aumentó el IVA de 9% a 12%, el endeudamiento se incrementó de 12 mil millones a 34 mil millones de bolívares y el presupuesto se redujo en 6,7%.
Aunque los precios del crudo mantengan su nivel por debajo de los 100 dólares, la circunstancia electoral hace prever que cualquier ajuste económico drástico se dará para finales del 2012 o ya entrado el 2013.
Oliveros estima que el Gobierno cuenta con recursos suficientes en los fondos extrapresupuestarios para seguir alimentando el gasto público, por lo menos hasta que se celebren las elecciones presidenciales.
Una vez superados los comicios comenzarían los cambios, vislumbra el economista. En primer lugar espera un ajuste en la tasa de cambio que permita recibir más bolívares por cada petrodólar que entra a la hacienda pública, y así reducir el déficit fiscal.
Esto vendría acompañado de una contracción en el gasto público, que no crecería a las mismas tasas en términos reales. A su vez incidiría en el crecimiento económico, que últimamente ha estado apoyado principalmente en la expansión del gasto público.
Pero el primer sector que vería restringido para Oliveros, incluso este año, sería la entrega de divisas al sector privado, dada la reducción en la entrada de petrodólares, según reportó el diario El Universal.
Tomado de Tambalea la economía de un Chávez desahuciado con el petróleo por debajo de US$ 100