Derwick y su guerra sin cuartel: amenazas de secuestro, cámara secreta, y violación de correos privados.
Los bolichicos siguen con enfados, intimidaciones, y amedrentamiento. Ahora la cuestión no es legal, es canallesca y facinerosa. Como en toda gran confabulación política no es el delito en sí, sino el “cover-up” donde sale…