La reforma constitucional avanza rápidamente en el seno del Parlamento sin que hasta ahora haya indicios de que se considerarán algunos de los puntos de vista de quienes se han manifestado en contra de las disposiciones contenidas en el proyecto. Tarde en la noche, la Asamblea Nacional aprobó, con el voto salvado de Podemos, la eliminación de la autonomía del Banco Central de Venezuela, cuyas funciones “estarán supeditadas a la política económica general y al Plan de Desarrollo Integral de la Nación para alcanzar los estados superiores del Estado socialista y la mayor suma de felicidad posible para todo el pueblo”, reza la modificación del artículo 318 de la Constitución Bolivariana. Las reservas internacionales serán manejadas entre el BCV “bajo la administración y dirección del Presidente”. Tras una veloz intervención, el diputado Ricardo Sanguino, propuso cambiar artículo 318 la coordinación «entre» el Ejecutivo y el BCV para expresar que el Ejecutivo coordinará «a través» del BCV la política monetaria, porque, según afirmó, el emisor es una dependencia de esta instancia del poder.