Reservas líquidas del BCV caen a USD 5.856 millones

VenePirámides
La administración de Hugo Chávez disminuye la entrega de divisas al Banco Central de Venezuela y aumenta la cantidad de petrodólares que fluyen hacia los fondos que el Ejecutivo maneja directamente, sin la obligación de cumplir con el presupuesto aprobado por la Asamblea Nacional.

El movimiento de ingresos y egresos de divisas del Banco Central y la balanza de pagos reflejan que en el primer trimestre de este año Pdvsa le entregó al BCV 6 mil 885 millones de dólares, una magnitud que solo representa 35% de lo que obtuvo la República por la venta de petróleo.

Si bien este manejo cumple con las normas, desde que en 2005 una reforma legal liberó a Pdvsa de la obligación de entregar todos los petrodólares al Banco Central, tiene consecuencias importantes en materia de inflación y de las divisas disponibles para las importaciones del sector privado.

Con los petrodólares que recibe de manos de Pdvsa el BCV alimenta la cuenta de las reservas internacionales, de donde salen las divisas que obtienen las empresas tras la aprobación de Cadivi.

Así, en la medida en que las reservas internacionales no crecen, tampoco existen suficientes dólares para que las empresas privadas importen, algo que se complica aun más con las transferencias al Fonden uno de los fondos de divisas que maneja el Gobierno.

Cada año obligatoriamente el BCV tiene que entregarle al Fonden una porción de las reservas internacionales, disminuyendo aun más el pote de dólares disponibles.

El resultado de los traspasos al Fonden y el poco ingreso de divisas determina que en lo que va de año las reservas internacionales sufran un descenso de 3 mil millones de dólares, para aterrizar en 26 mil 386 millones.

«El 95% de nuestras divisas las aporta Pdvsa y la industria petrolera viene atravesando serios problemas de operatividad. No solamente Pdvsa entrega menos divisas porque se queda con una porción importante de ellas, sino también porque hay problemas en la producción de crudo», dice Ecoanalítica en su último informe.

Una manera clásica de medir si el monto de las reservas es apropiado es relacionarlo con las importaciones. Ecoanalítica indica que la cobertura cayó desde 16,3 meses en 2004 hasta 9,7 meses en 2010 y, de acuerdo a sus estimaciones, para una economía como la venezolana debería mantenerse entre 18 y 24 meses de importaciones.

Otra señal preocupante es que la porción líquida de las reservas internacionales, es decir, los dólares colocados en cuentas bancarias o en instrumentos que permiten tenerlos disponibles de inmediato se han reducido drásticamente.

Al cierre del primer trimestre de este año las reservas líquidas representan 5 mil 856 millones de dólares, una magnitud que se traduce en un descenso de 47% respecto al primer trimestre de 2010 y de 65% respecto al primer trimestre de 2009, de acuerdo con las estadísticas oficiales.

A la par que se reduce la porción líquida de las reservas las colocaciones en oro se han disparado y en este momento representan 61% del total.

Ecoanalítica indica que «nos parece extremadamente alta la proporción de las reservas internacionales que el BCV mantiene en este metal. Hoy podemos decir que no solo somos vulnerables a los precios petroleros, sino también a los vaivenes en el precio del oro».

Agrega que la revalorización de este metal en los últimos meses ha permitido amortiguar la caída de las reservas internacionales e inflar las utilidades cambiarias y de operación del BCV por entregar al Fisco».

La reducción de la porción líquida de las reservas en medio de un boom petrolero, junto al acelerado crecimiento de la deuda en dólares de la República, ha creado incertidumbre en los fondos de inversión que compran los bonos que emite la República, según reportó el diario El Universal.

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