«El gobierno de Maduro profundiza su línea de entrega de la Patria, de retroceder en todas las conquistas de nuestra soberanía, logradas con el Comandante Chávez. Una cosa fue lo que Chávez dijo; y otra, muy distinta, lo que Maduro hace.
Ahora le tocó al gas. Durante el gobierno de Chávez nos correspondió dar la batalla por el gas, el “Gas de la Patria”, como lo llamó el Comandante Chávez, un recurso natural estratégico para nuestra seguridad energética, la producción de petróleo y la industrialización de los hidrocarburos», indica un artículo del expresidente de Pdvsa y exminsitro Rafael Ramírez Carreño.
Enseguida parte del artículo…
«Ahora el gobierno entrega ese gas, para que se lo lleven del país: primero fue en el Golfo de Venezuela, cuando entregaron a empresas europeas el Campo Perla 3X; luego, el gas del Norte de Paria, el fogonazo “Cruz de Mayo”, entregado a las empresas rusas; y ahora, entregan nuestro gas de la Plataforma Deltana, a las transnacionales que operan y exportan el gas de Trinidad y Tobago.
Además, y como si fuera poco, el gobierno vuelve a entregar, como en laApertura Petrolera, el manejo y compresión de gas del Oriente del país, estratégico para el mercado interno y para la producción de petróleo, a laShell.
Estos actos, pasos inequívocos en la derogación de facto de nuestra política de Plena Soberanía Petrolera, la política petrolera del chavismo, ha sucedido entre aplausos del madurismo, en las narices de todo el país, del “IV Congreso del PSUV”, y a escasos metros del Cuartel de la Montaña.
Nuestro país, tiene importantes reservas de gas, que fueron incorporadas y certificadas durante el gobierno del Presidente Chávez, que nos colocan entre los primeros del mundo, la mayoría se encuentra en tierra firme, pero también en nuestra fachada caribeña, donde existen abundantes recursos de gas no asociado al petróleo, es decir, “gas libre”.
Estos recursos se concentraban fundamentalmente en el oriente del país: al norte de Paria y en la Plataforma Deltana. También existen reservas de gas en el Golfo de Venezuela, en el occidente del país.
Desde los años de la nefasta Apertura Petrolera, las transnacionales le pusieron el ojo a estos recursos en el oriente del país, porque los querían para la exportación; o directamente desde Venezuela, o utilizando sus instalaciones en Trinidad y Tobago.
Las transnacionales controlan todo el gas de Trinidad y Tobago. Hasta cinco “trenes” de licuefacción de gas” (el gas se lleva a líquido para poder exportarlo); instalaron allí la British Gas, Shell, Repsol y Chevron, principalmente, para hacerse con los recursos gasíferos del país, hasta agotarlos.
Por eso siempre han querido el gas de nuestra Plataforma Deltana, para, una vez agotado el gas en Trinidad y Tobago, abastecer tales trenes de licuefacción.
En nuestro país, las transnacionales Exxon-Mobil y Shell (los nuevos amigos del gobierno), impulsaron durante la “Apertura Petrolera”, el proyecto “Cristóbal Colón”, que además se usó para ensayar las condiciones fiscales, que luego trasladaron al petróleo: exenciones de impuestos (¿les suena?), 1% de regalía, control de las operaciones, arbitraje internacional.