Premio a la corrupción, el caso Manuel Barroso

La dictadura ascendió a general de división al exdirector de Cadivi, organismo que durante su gestión malversó 25 mil millones de dólares

Fuente: La Razon

Todos los enchufados terminan igual/ Foto Cortesía 

La dictadura militarista de Nicolás Maduro ha ascendido al grado de general de división a Manuel Antonio Barroso Alberto, actual agregado militar en Brasil, quien durante casi siete años presidió la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), el mayor entramado de corrupción en la historia de Venezuela, junto a la hoy quebrada empresa estatal Petróleos de Venezuela, ambos casos icónicos de la llamada “revolución chavista”, iniciada en el año 1999.

Según estimaciones de altos exfuncionarios de las finanzas públicas venezolanas, tales como Jorge Antonio Giordani Cordero y Edmée Betancourt de García, exministros de Planificación y Finanzas e Industria y Comercio, respectivamente, el entramado de corrupción de Cadivi durante el ejercicio del general Barroso Alberto supera los veinticinco mil millones de dólares, mediante el otorgamiento irregular y arbitrario de miles de millones de dólares del Estado venezolano, a precios preferenciales.

El ahora general de división, egresado de la Academia Militar de Venezuela en el año 1990 como integrante de la promoción general José Trinidad Morán”, llegó a Cadiviel 7 de junio de 2006, oportunidad en la que el fallecido presidente Hugo Chávez anunció que su compañero de armas ingresaba al ente administrador de divisas públicas, “para cerrar el grifo” y “jugar cuadro cerrado para limitar la entrega de las divisas a las importaciones de la oligarquía y empresarios de maletín que dicen importar alimentos de Estados Unidos y Europa”. “Con Barroso se acabó la importación de whisky para la oligarquía”, llegó a decir a todo gañote el “comandante eterno”, en cadena nacional de radio y televisión.

BARROSO Y CARVAJAL

El 26 de marzo de 2013, Nicolás Maduro reveló de sus cargos a dos altos oficiales del círculo íntimo del finado “comandante supremo”: los generales Manuel Barroso y Hugo Carvajal, jefes de Cadivi y de Contrainteligencia Militar, respectivamente. Ambos fueron compensados con posiciones en el servicio exterior venezolano, siguiendo la vieja costumbre de Chávez de premiar con cargos diplomáticos a los funcionarios desplazados del gabinete, comenzando en mayo del año 2000 cuando nombró embajador en España al general Raúl Salazar, de quien luego dijo que era agente de la CIA. Luego de su merecido descanso, los generales Barroso y Carvajal fueron designadospor Maduro como agregado militar en la República Federativa de Brasil y Cónsul General en Aruba, respectivamente.

En el año 2013 desaparece Cadivi y es sustituida por el Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex) a partir de enero del 2014, en julio de 2014, a través de una circular del Banco Central de Venezuelase crea el mecanismo denominadoSicad, luego el Sistema Marginal de Divisas (Simadi) en 2015, hasta llegar al sistema Dicom.

Al reemplazar a Barroso, Maduro alegó que la remoción era por razones de salud. Estas fueron las palabras del jefe de Estado: “Quiero reconocer al coronel, que estuvo siete años en Cadivi y sale como entró, con honestidad”, instándolo a descansar y recuperarse para “volver a la lucha”. Luego vino el ascenso al grado de general de brigada del ejército, a pesar de las denuncias de corrupción ante el Ministerio Público, entre ellas una relacionada con la aprobación, en el año 2012, de más de 23,5 millones de dólares a dos empresas importadoras con apenas tres meses de haber sido registradas. Otra de las denuncias involucraba a sus parientes cercanos Maricarmen y Katiuska Barroso, caso que ha permanecido engavetado en los despachos de Luisa Ortega Díaz, primero y ahora en las voluminosas gavetas de TarekSaabHalabbi, por tratarse de un “intocable” de la “revolución”, protegido del finado Hugo Chávez y del actual presidente de la llamada Asamblea Constituyente, teniente Diosdado Cabello Rondón.

EL GRAN DESFALCO

Bajo la responsabilidad de Barroso se otorgaron miles de millones de dólares a cambio preferencial al sector público y privado en la etapa en que Venezuela percibía la mayor cantidad de ingresos petroleros en su historia, es decir entre 2006 y 2013.

Desde hace varios años el Departamento de Justicia, la Oficina del Tesoro y la agencia DEA, de Estados Unidos, vienen investigando grandes operaciones de lavado de dinero provenientes de la corrupción y originados en Cadivi. La indagatoria ha incluido a numerosos exfuncionariosde la “revolución” chavista entre ellos a los tenientes Rafael Eduardo Isea Romero y Alejandro José Andrade Cedeño, miembros del círculo íntimo de Chávez, exministro de Finanzas yextesorero nacional, respectivamente, ambos testigos protegidos del gobierno norteamericano, Isea con domicilio en Washington y Andrade pagando condena de diez años por el lavado de más de dos mil millones de dólares, en sociedad con el magnate madurista Raúl Gorrín Belisario.

En la investigación del mega lavado de Cadivihan aportado importante información el general Hebert García Plaza, exministro del gabinete de Maduro y el coronel Eladio Aponte Aponte, exmagistrado del Tribunal Supremo de Justicia, domiciliados también en Estados Unidos en calidad de cooperantes de la investigación que abarca legitimación de capitales, narcotráfico y vinculación con la delincuencia organizada internacional. De acuerdo a diversas versiones, el propio general Barroso habría sido contactado por las autoridades norteamericanas, al igual que el general Hugo Carvajal, para aportar información a cambio de penas más “benignas” en Estados Unidos. De acuerdo a algunos de los testimonios, “Manolo” Barroso autorizaba todos los pagos que le fueron solicitados por sus compañeros de armas Alejandro Andrade y Diosdado Cabello.

El ascenso

En el seno de las Fuerzas Armadas Nacionales el ascenso del general de brigada Manuel Antonio Barroso Alberto al grado de general de división, sigue causando revuelo y se suma al descontento que se sigue incubando contra la cúpula militar que encabeza el general en jefe Vladimir Padrino López, promotor del ascenso, que llegó a Miraflores con el aval del mayor general Jesús Suárez Chuorio, comandante general del Ejército y del teniente Diosdado Cabello Rondón, primer vicepresidente del partido de gobierno. Una orden inapelable para Nicolás Maduro.

De los dólares preferenciales de Cadivi surgieron las fortunas de altos jerarcas de la “revolución”, con las que se adquirieron, a través de testaferros, valiosos inmuebles de lujo y aeronaves en Estados Unidos, Europa y Asia. Toda una madeja de corrupción que involucraba a varios entes del Estrado venezolano y en que en pocos años secó las arcas del Tesoro Nacional, hasta llegar a la situación calamitosa que viven actualmente las finanzas públicas, con total impunidad para los altos funcionarios y empresarios involucrados.

ficticias

A mediados de 2013 el entonces ministro de Finanzas, ingeniero Jorge Giordani, reveló que ese año habían ingresado al país por sus distintas aduanas, más de veinte milde dólares en importaciones ficticias. En la trama de corrupción de Cadivi aparecen involucrados altos funcionarios, civiles y militares, encabezados por Barroso, así como empresarios, banqueros y sus familiares, beneficiados por millones de dólares adquiridos de manera ilegal. De acuerdo a las investigaciones, en la orgía de dólares que desangró al país, vía Cadivi, se lavó dinero ilícito proveniente del narcotráfico y de organizaciones irregulares como las guerrillas de las FARC y del ELN, así como otros grupos de crimen organizado internacional.

Como parte del proceso adelantado en Estados Unidos se han practicado numerosas confiscaciones de activos y congelamiento de cuentas y colocaciones bancarias, como parte del intercambio de información financiera con la banca europea y asiática.

El general Manuel Antonio Barroso Alberto, egresado de la Academia Militar de Venezuela en el año 1990 como integrante de la promoción “General José Trinidad Morán”, dirigió la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) desde 2006 hasta 2013, gestión en la cual fueron desfalcados más de veinticinco mil millones de dólares, según estimaciones del propio exministro de Finanzas, Jorge Giordani Cordero. “Manolo” Barroso nunca fue investigado y acaba de ser ascendido al grado de General de División del Ejército, decisión que ha causado revuelo en el seno de la FANB.

Etiquetas: Cadivismo, corrupción, General Manuel Barroso, lavado de dinero

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