Pequeños fondos ven con apetito las ganancias que pueden conseguir con la deuda venezolana – Primer Informe

Es clave el próximo plazo de octubre, tras el cual algunos tenedores de deuda pública venezolana podrían perder su derecho a pedir a los tribunales que ordenen el reembolso.

Redacción | Primer Informe

Pequeños fondos e inversores fuera de Estados Unidos buscan aumentar su exposición a los bonos venezolanos, ante la expectativa de renegociaciones de la deuda o de acciones legales vinculadas a un inminente vencimiento de los derechos de reembolso, dijeron inversores y cuatro fuentes del sector financiero a Reuters.

Muchos de los bonos se están negociando a centavos por dólar después de un impago en 2017, agravado por las sanciones de 2018 de Washington que prohibieron a cualquier estadounidense negociar deuda venezolana.

El interés de los inversores ha crecido tras la renovación del permiso del Gobierno estadounidense para que la petrolera Chevron opere en Venezuela y la decisión de Washington de no bloquear la posible incautación por parte de los acreedores de acciones del activo offshore más importante de Venezuela, la refinadora de petróleo Citgo Petroleum Corp.

También es clave el próximo plazo de octubre, tras el cual algunos tenedores de deuda pública venezolana podrían perder su derecho a pedir a los tribunales que ordenen el reembolso.

Algunos de los fondos compran deuda para sus clientes en Europa, dijeron las fuentes. Entre los bonos más buscados está el PDVSA 2020, cuya garantía es la mitad de las acciones de Citgo.

Fondos como Altana Credit Opportunities Fund, con sede en Londres; Copernico Recovery Fund, en las Islas Caimán; Canaima Capital Lux, en Luxemburgo; y Auriga Global Investors, una correduría con sede en Madrid, han estado comprando bonos a tenedores que llevan casi seis años sin cobrar principal e intereses.

«La gran mayoría de los tenedores de bonos son acreedores a favor de una reestructuración consensuada de la deuda de Venezuela. Sólo actuarían legalmente si no hubiera una extensión de la prescripción», dijo Francesco Marani, jefe de negociación de Auriga Global Investors. «Los acreedores necesitan más claridad por parte de la administración Biden».

Los clientes de Auriga tienen posiciones en deuda venezolana por más de 100 millones de dólares, dijo Marani.

Aunque las compras de esos fondos representan una pequeña porción de los más de 60.000 millones de dólares en bonos en circulación, se cotizan en centavos de dólar y hay esperanzas de grandes ganancias.

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Los compradores

«Cuanta más gente invierte dinero en nuestro fondo cada mes, más optimistas son en la escala temporal», dijo Lee Robinson, CEO de Altana Credit Opportunities Fund.

«Uno quiere estar largo en Venezuela y PDVSA. Incluso a 10 años vista, es una gran operación. La recuperación va a ser significativamente superior a la de casi cualquier otra deuda soberana en dificultades», añadió Robinson.

Otros soberanos en dificultades son Ucrania, Ghana y El Salvador, entre otros.

Altana presentó reclamaciones de reembolso en 2020 y ha seguido comprando bonos de Venezuela y PDVSA, de los que dijo que posee más del 1% del total de la deuda pendiente, más de 500 millones de dólares a valor nominal.

«Presentamos nuestras reclamaciones ante los tribunales estadounidenses y ninguno de los otros fondos europeos lo ha hecho hasta ahora», añadió Robinson.

El Fondo de Recuperación Copernicus, dirigido por Copernicus Capital Partners y la firma venezolana NTN Consultores, dijo que tiene unos 500 millones de dólares en bonos a la par y que está tratando de adquirir más.

«El fondo se centra en la deuda venezolana», dijo Jorge Piedrahita, asesor de Copernicus y gestor de la consultora Gear Capital Partners. «Se compran los bonos y a los tenedores se les dan acciones del fondo».

Canaima Fund Lux, con sede en Luxemburgo, lanzó en noviembre un vehículo de inversión para agrupar a los tenedores europeos de cara a posibles acciones legales contra el Gobierno. El fondo no respondió a las peticiones de comentarios.

Además de Altana, otros seis fondos han presentado demandas ante tribunales estadounidenses por impago y actualmente se está tramitando en Nueva York un juicio para la anulación de los bonos PDVSA 2020.

¿Negociaciones cerca?

El presidente de la junta ad hoc de PDVSA, Horacio Medina, dijo en mayo que Citgo no puede pagar toda su deuda, pero está dispuesta a negociar algunos pagos.

Citgo podría estar valorada en 13.000 millones de dólares.

Los inversores estadounidenses habían controlado entre el 75% y el 80% de la deuda soberana y de PDVSA, según un informe de mayo del think tank Chatham House, pero esa cifra se ha reducido a entre el 50% y el 55% en cinco años debido a las sanciones.

«Entre 15.000 y 20.000 millones de dólares de deuda en manos de (inversores de) Estados Unidos han migrado a otros tenedores», señala el informe.

La legislatura de la oposición de Venezuela -reconocida por EE.UU. como su último órgano democrático- está autorizada por el Departamento del Tesoro de EE.UU. para llevar a cabo liquidaciones de deuda con el gobierno y PDVSA.

Un grupo de acreedores ha pedido a la oposición que respalde una propuesta del gobierno para suspender la prescripción de los pagos de los papeles impagados, pero la oposición aún no ha respondido.

Varios inversionistas dijeron que en una eventual renegociación de la deuda podrían aceptar participaciones petroleras o acciones en empresas estatales a cambio de pagos.

«Muchos (inversores) siguen presionando en Estados Unidos por la posibilidad de negociar con bonos venezolanos», añadió una de las fuentes.

Información de Reuters.

 

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