PDVSA, una gran estructura para lavar dinero

PDVSA pasó a ser una de las empresas de mayor prestigio en el mundo a una corporación vinculada al crimen organizado

Fuente: Dialogo Revista Militar Digital

AMENAZAS TRANSNACIONALES


La disminución en la producción de petróleo de PDVSA se aceleró en 2018 y mantuvo la disminución en 2019. (Humberto Matheus, NurPhoto/AFP)

La empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), que históricamente ha sido el corazón de la economía venezolana, continúa en una espiral decreciente que intensificó con las sanciones económicas de enero de 2019 por el Gobierno de los EE. UU., que suspendió las relaciones comerciales con PDVSA por ser un vehículo para el lavado de dinero, corrupción y malversación. Según el ex directivo de PDVSA, Horacio Medina, quien se retiró en 2002 después de más de 20 años de servicio y se encuentra exiliado en los EE. UU., la caída de PDVSA se dio por una combinación de mala administración, falta de conocimiento de los gerentes asentados por Nicolás Maduro y corrupción.

La tenencia del Mayor General de la Guardia Nacional Bolivariana Manuel Quevedo como presidente de PDVSA desde noviembre de 2017 ha sido un factor importante en la crisis que enfrenta la empresa petrolera, explicó a Diálogo Medina. “Quevedo no tiene conocimientos, experiencia, ni relaciones en la industria petrolera, eso explica muy bien porque se ha desplomado la producción petrolera en Venezuela que no alcanzan los 750 000 barriles de petróleo diario”. En 1998, un año antes de que Hugo Chávez tomara el poder, PDVSA producía más de 3 millones de barriles por día.

Unas de las primeras causas del descenso data de diciembre de 2002, dijo Medina, cuando Chávez despidió a más de 25 000 trabajadores, incluyendo muchos expertos indispensables para el desarrollo de la industria petrolera del país. La corrupción, insistió Medina, se detecta con más claridad con los conflictos de intereses creados por un régimen con el hábito de otorgar varios puestos al mismo funcionario. Como ejemplos, Medina citó a Rafael Ramírez, ministro de Energía de Venezuela y presidente de PDVSA entre 2003 y 2013, y Carlos Malpica Flores –sobrino de Cilia Flores, esposa de Maduro– tesorero nacional y vicepresidente de PDVSA entre 2013 y 2015.

El nombramiento de Malpica en la directiva de PDVSA, aseguró Medina, intensificó la corrupción de la empresa que “se estaba convirtiendo en una gran lavadora industrial al servicio del narcotráfico y el blanqueo de capital”, dijo el ingeniero de petróleo. “Ahí comienza ese ciclo masivo de lavado de dinero a través de PDVSA”.

Vínculos al crimen organizado

Información sobre los vínculos del chavismo con el narcotráfico remontan al Gobierno de Chávez, gracias por parte a investigaciones de la Administración para el Control de Drogas de los EE. UU. (DEA, en inglés) que envolvían a militares activos venezolanos, explicó a Diálogo Félix Jiménez, ex inspector general de la DEA.

“Transportaban cocaína de Colombia a través de Venezuela”, dijo Jiménez. “Chávez siendo ya presidente tenía conocimiento de las actividades criminales de estos oficiales, y retira de la frontera a los oficiales que no eran de su confianza y envía a sus amigos generales de uno o más soles [insignia que portan los generales venezolanos] para dirigir las operaciones de tráfico de cocaína con narcotraficantes colombianos, de ahí pasa a convertirse en el Cartel de los Soles”. 

La DEA comenzó a sospechar que la industria petrolera venezolana estaba también siendo utilizada para lavar dinero del narcotráfico y sacar dinero del Estado al exterior. Como ejemplo, Jiménez citó el caso del Principado de Andorra, un paraíso financiero en el corazón de los Pirineos, entre Francia y España, donde fiscales alegaron que una red de oficiales corruptos venezolanos aceptaron sobornos por más de USD 2 millardos. Más recientemente, en febrero de 2019, las autoridades de Bulgaria indicaron que millones de dólares fueron transferidos desde PDVSA a un pequeño banco en su país. 

Por su parte Medina aseguró que Chávez y Maduro simularon en papel operaciones ficticias de venta y producción de crudo para justificar el ingreso de dinero producto del narcotráfico –todo atendido “directamente por Ramírez”.

“Utilizaban las cifras de producción de gas y la transformaban en producciones de barriles de petróleo equivalentes”, explicó Medina. “También utilizaban el diluyente para producir el crudo extra pesado. Lo contaban como producción de barriles de petróleo”.

Tomado de PDVSA, una gran estructura para lavar dinero