Los T-Motion de Telcel experimentaron un repunte en ventas luego del estallido de la crisis política, según explicó Enrique García, presidente de la empresa, a la revista América Economía. ‘Hace un año, cuando empezó la tensión política, el consumo explotó’ y así la cifra de T-Motions en el mercado saltó de 1.800 unidades a finales de 2001 a más de 10.000 usuarios a finales de 2002. García explica que, aunque la cifra es mínima comparada con el número de suscriptores de telefonía celular, se trata de usuarios que son grandes consumidores de telefonía inalámbrica.
La relación entre la política y el uso de estos equipos surgió por la idea común, aunque no del todo cierta, de que los pagers son más difíciles de espiar que los teléfonos celulares. América Economía explica que en Venezuela la mayoría de los poseedores de los aparatos son periodistas, políticos y empresarios que intentan blindar la confidencialidad.