Cuando en marzo de 2001 Oswaldo Karam Maciá celebró el 30 aniversario del Instituto Médico La Floresta, lo hizo con un libro que tituló: ‘El IMLF: en busca de un modelo para manejar un hospital privado’. Allí, en el último párrafo del último capítulo anunciaba la futura expansión de las actividades de La Floresta al interior del país.
Tres años más tarde —el hombre que hace menos de un mes compró 10% de la C.A. Editora El Nacional y 5% del Banco Canarias, como parte de una estrategia de diversificación de su portafolio doméstico—, cumplió. Oswaldo Karam Maciá acaba de adquirir 25% del capital accionario de la Policlínica de Especialidades, en Punto Fijo, Falcón, en lo que admite es el primer paso en su estrategia de regionalización de La Floresta.
Karam se aseguró el manejo del negocio mediante una acción dorada y, para replicar el modelo de gestión de La Floresta en Paraguaná, ya anunció un programa de transformación y cambio que pasa por una reestructuración financiera y operativa. El objetivo es llevar los estándares de La Floresta a Paraguaná y desde allí servir a la población de Falcón, Lara y Zulia.
Pero desde ya Karam tiene la vista puesta en las Antillas Holandesas. Sabe que los 10 minutos que toma el vuelo Aruba-Punto Fijo, son un gancho seguro para pacientes no sólo de Aruba, sino también de Curazao y Bonaire, quienes ya no tendrán que venir a Caracas en busca de atención médica de primera calidad.