Oficinas de Stanford en Miami operaban lícitamente y no requerían permisos del Estado de Florida, según el Miami Mirror

VenePirámides
Un artículo aparecido en el Miami Mirror alega que el diario The Miami Herald ha ganado otro premio por su engañosa y calumniosa serie de artículos sobre Allen Stanford: Además de ganar un prestigioso premio de una sociedad de prensa que se auto-congratula a pesar de haber sido plenamente informados de la naturaleza espuria de la serie Herald, la Sociedad de Periodistas Profesionales, el Herald anunció (6/26/10) que ha ganado el Nacional Press Club Award en la categoría Periodismo prensa para el Consumidor por «revelar las fallas del gobierno que permitieron que el multimillonario Allen Stanford pusiera en marcha una estafa piramidal de USD 7 mil millones desde un rascacielos frente a la bahía de Miami «.

Según el artículo, el Miami Herald reitera falsamente que la división de banca de la Florida, y su director Arthur M. Simon, «permitieron» que Allen Stanford abriera ilegalmente una oficina en Miami, «pese a las objeciones» del asesor bancario de Florida, Richard Donelan, para lavar el dinero captado de los inversionistas desde sus opulentas oficinas, y que la mayoría de los fondos fueron a parar a Antigua.

La realidad es que Stanford podía haber abierto sus oficinas en el Estado de Florida sin ningún permiso por parte de ese Estado, pero sus abogados cometieron un error al tratar de presentar los documentos de las empresas con la palabra «Trust» (Fideicomiso en español) en la denominación social, por lo que el departamento de corporaciones automáticamente rechazó la aplicación, pues las sociedades fiduciarias están reguladas como «instituciones financieras» y tienen que obtener un permiso de los reguladores bancarios estadales.

El abogado de Stanford fue a la división de banca e insistió en que la solicitud presentada no era para establecer una empresa de Fideicomisos sino una Oficina de Representación de una empresa que no estaba establecida en el estado, para lo cual el permiso no era necesario. Analistas bancarios coinciden con esa posición, pero el hecho de que «fuera del estado» en este caso era «offshore» aumentó la preocupación con los reguladores, incluido su director Arthur M. Simon.

Por ello, se redactó un memorando por el que la filial en USA de Stanford Trust Company Limited se llamaría «Stanford Servicios Fiduciarios para el Inversionista» y operaría de acuerdo con la normativa aplicable para las oficinas de representación de empresas constituídas fuera del Estado de Florida, que, de nuevo, no tienen que obtener el permiso de los reguladores para establecerse.

Si la división de banca se hubiera negado a permitir la apertura de la oficina de representación de Stanford Trust para hacer negocios en la Florida, sus abogados podrían haber obtenido una orden judicial que permitiera su apertura, porque tal autorización no era requerida por la Ley.

El Sr. Simon firmó el memorando después de que todas las dudas se disiparon, incluyendo obviamente a las del señor Donelan.

Las acusaciones del periódico eran falsas. Y a pesar de que los editores de The Miami Herald y sus periodistas están conscientes de las falsedades no se retractaron ni presentaron excusas, y siguieron conscientemente propagando mentiras y aceptaron premios a pesar de su conducta reñida con la ética.

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