Así habló el caudillo galáctico, el libertador de los desposeídos del mundo y patrocinador del equipo de Fórmula 1 Frank Williams. De la Cuba comunista y totalitaria. Y confirmó lo que anunció hace unos días el periodista venezolano Nelson Bocaranda: es cáncer. ¿Que tipo? No sabemos. Sin embargo, Bocaranda dijo que se trataba de un cáncer de próstata. ¿Cuándo volverá Hugo Chávez a sus funciones, como presidente de Venezuela, en Venezuela, como manda la constitución? No sabemos. ¿Qué tipo de plan de contingencia/sucesión se implementará, dado que Chávez tiene cáncer? No lo sabemos, aunque Chávez sí dijo que sigue «al mando indefinido», es decir, «al mando», de su régimen, desde Cuba, donde no es más que un títere bajo la bota de los Castro.
Me niego a unirme al coro hipócrita de simpatizantes. El espectáculo de los últimos días, donde todos los funcionarios chavistas llegaron incluso a negar que Chávez estuviera enfermo, fue, sencillamente, nauseabundo. La oposición no lo hizo mejor: desde sus llamados colectivos a una pronta recuperación, hasta su aceptación de ser gobernados desde Cuba, el espectro político venezolano, en su conjunto, tiene que ser uno de los más pusilánimes, indignos, deshonrosos, amorales, envilecido, traidor, sórdido y antiético de la historia republicana de Venezuela. No hay dos maneras de esto. Y para ser frontal: le deseo a Chávez una enfermedad larga, dolorosa, irreversible y humillante. Ahora que el cáncer de próstata ha sido identificado como el más probable, quizás Chávez pueda cumplir su ambición de toda la vida de convertirse en la señora Fidel Castro. Porque ningún individuo que haya dañado a tantos, durante tanto tiempo, sin otra razón que la política, puede esperar simpatía en este momento. No de mí al menos. Se llama acción y reacción, se llama lo que va, vuelve.
Es hora de comprar copiosas cantidades de palomitas de maíz y ver con asombro el final al estilo Reservoir Dogs que se producirá entre los chavistas y otras bandas criminales en Venezuela, compitiendo por el poder y la riqueza.