VenePirámides
En medio del cerco a la compra de dólares y una economía donde los ahorristas reciben una tasa de interés que no compensa la inflación, el Gobierno ha creado un Fondo de Ahorro Popular que abre las puertas a la inversión en el negocio petrolero, minería construcción e infraestructura.
La primera opción que ofrecerá el Fondo será la posibilidad de comprar participaciones, con rendimiento variable, que permitirán obtener parte de los dividendos de las empresas mixtas donde Pdvsa se asocia con empresas extranjeras.
Pdvsa recibirá por completo las utilidades de 51% de las acciones de las empresas mixtas y ofrecerá participaciones sobre la porción restante que se encuentra en su poder.
Los inversionistas sólo podrán beneficiarse con parte de los dividendos, es decir, no habrá la posibilidad de contar con derechos de propiedad.
Además, el decreto ley que establece las condiciones del Fondo, firmado por el Presidente Hugo Chávez, indica que estará facultado para emitir títulos, «vinculados a proyectos en sectores productivos nacionales, tales como hidrocarburos y sus actividades conexas, petroquímica, minería, construcción, infraestructura» y los que determine el Ejecutivo.
Los títulos, estarán denominados en divisas o en bolívares, y a fin de proteger a los inversionistas sólo «se podrán negociar luego de transcurridos dos años de su emisión».
Los bonos serán colocados a través de la Bolsa Pública.
Las entidades financieras entran en el juego, porque «destinarán una cartera obligatoria de créditos, para la adquisición de derechos de participación en el Fondo de Ahorro Popular».
Los ministerios de Finanzas y Petróleo determinarán la cantidad de los recursos, la tasa de interés y el plazo «aplicable a los préstamos».
Banqueros consultados interpretan que estarán obligados a comprar parte de los títulos que emita el Fondo, a fin de financiar proyectos en sectores productivos, como ya ha hecho el Gobierno con la agricultura y la construcción.
El Gobierno también ha creado el Fondo de Ahorro Nacional de la Clase Obrera, destinado a cancelar la deuda que tiene el Estado por el atraso en el pago de las prestaciones sociales a los trabajadores públicos.
Los trabajadores cobrarán las prestaciones sociales pendientes desde 1997 recibiendo un bono, llamado Petrorinoco, denominado en bolívares o a través de un título inmobiliario que servirá para cancelar parte de una vivienda.
Para resguardar a los trabajadores de una caída importante en el precio de los bonos, el decreto indica que «se podrá establecer un período de protección» que consiste en que los Petrorinocos «se podrán negociar luego de transcurrido un año de su emisión».
Hasta ser vendidos los Petrorinocos le reportarán a los trabajadores intereses a la tasa que fija el Banco Central para las prestaciones, más un porcentaje adicional.
Este Fondo podrá comprar bonos emitidos por el Fondo de Ahorro Popular, con lo que se establece una conexión entre los dos organismos.
Además el Fondo de la Clase Obrera se encargará de cancelar los compromisos por prestaciones que adquiera el Estado de ahora en adelante, según reportó el diario El Universal.
Tomado de Obligan a la banca a financiar adquisición de títulos públicos cuya rentabilidad se desconoce