La noticia llegó desde Buenos Aires, donde el ministro Nelson Merentes se reunió con sus pares de Brasil (Antonio Palocci) y Argentina (Roberto Lavagna). El Clarín anunció ayer que se contemplaba la creación de un banco entre los tres países para financiar obras en la región, y que se sumaría a la función que ya cumplen el BNDES brasileño y la Corporación Andina de Fomento. Pero se trató de una falsa alarma: ni Argentina tiene plata, ni Brasil está dispuesto a fabricar un competidor para el BNDES.
En cuanto a Venezuela, Chávez viene desde hace rato ofreciendo dinero venezolano para financiar proyectos en la región, como parte de su «diplomacia del billete». En diciembre de 2004, en Ouro Preto, el venezolano ofreció 100 millones de dólares al Mercosur, pero nadie le tomó la palabra; el ofrecimiento le fue hecho directamente al jefe del Mercosur, el argentino Eduardo Duhalde. Por aquellos días algunos diplomáticos estimaron que el Mercosur no tiene una estructura burocrática para asumir la administración de esos fondos. Ahora que la idea resurgió en Buenos Aires, nadie duda de que la nueva versión de la creación de un banco regional salió de la delegación venezolana.