La boda de la actriz Mirela Mendoza con David Osío, el llamado «banquero de boligarcas», es tan solo uno más de los episodios escandalosos protagonizados por la también modelo. La juntura de labios a la que fuera invitada la también actriz Desideria D’Caro, una amiga especial para Mendoza, durante la celebración de la boda de Mendoza en 2014 en una discoteca de Nueva York, es también otro de los episodios controversiales en su vida, aunque no los únicos.
En 2005 Mirela Mendoza allegó a Miami de la mano de la compañía de entretenimiento Venevisión International, como parte del elenco de la telenovela «Soñar no cuesta nada». En sus traslados en la ciudad y sus alrededores utilizaba un automóvil de alquiler, marca Jaguar, color verde, siéndole también arrendada una casa en Doral, como parte de su contrato.
Pronto la propiedad en Doral daría de qué hablar por el bullicio y las frecuentes visitas que recibía la actriz, quien se hacía acompañar por un grupo de jóvenes de origen venezolano.