El WSJ informa hoy que el loco venezolano dijo recientemente que «la inversión y la experiencia de las empresas petroleras extranjeras son necesarias en Venezuela, «las necesitamos». Contraste esta posición, en un esfuerzo bastante patético por cortejar a los inversores internacionales, con estas declaraciones, hechas para consumo local: “En el modelo que imagino, las empresas públicas no dependerán para sobrevivir de su capacidad instalada, ni de la calidad de sus artículos, ni de sus costos, ni de sus ventas, porque su continuidad estaría asegurada por el Estado”.
¿Cómo puede una persona bien pensante conciliar los dos: es Chávez un socialista, o es un capitalista? Además, ¿cómo se puede tomar en serio la tranquilidad de Chávez, si recién la semana pasada ordenó expropiaciones sumarias de empresas privadas?
Una cosa es cierta, el socialismo del siglo XXI de Chávez está demostrando ser un fracaso mayor que sus predecesores.