Con un capital suscrito y pagado de 6 mil millones de bolívares, Microfin arrancó en firme sus operaciones de intermediación entre la banca y microempresarios. La actividad es similar a la banca de segundo piso, pero sólo similar. La diferencia es que Microfin no funciona como un banco. No cuenta con licencia bancaria, puntualizó Bernardo Velutini, presidente de la nueva entidad.
Se manejarán solicitudes de crédito desde cinco millones y hasta 150 millones de bolívares y como valor agregado, prestará el servicio de asesoría integral al microempresario en la formación de su empresa.
Microfin nace para atender las necesidades de un sector que comienza a ser considerado en las políticas gubernamentales y que tradicionalmente confrontaba dificultades para tener acceso al crédito.