VenePirámides
Mantener el control de precios se ha convertido en un punto de honor para el Gobierno. Tanto, que en medio de una profunda escasez se niega a hacer las modificaciones necesarias que ayudarían a estimula la producción y mejorar la oferta.
La realidad es que los precios que registran los alimentos han desbordado al control de precios, siempre lo han hecho, y la inflación es muestra de ello.
La semana pasada el Ejecutivo ajustó en 20% el precio de la carne, del pollo, quesos y leche. Los nuevos precios son ínfimos en relación con lo que pagan los consumidores en el mercado a escala nacional.
El kilo de carne de primera está regulado en Bs 27,29, sin embargo, en mercados, cadenas y carnicerías independientes cuesta hasta tres veces más y oscila entre Bs 75 y Bs 100 el kilogramo.
El pollo entero fue ajustado a Bs 18,73. A ese precio sólo venden los supermercados, pero no siempre hay en existencia. En los mercados municipales y carnicerías el costo se duplica, pues el precio promedio es Bs 43 el kilo.
El queso blanco duro está regulado en Bs 38,35. Sin embargo, esa presentación prácticamente se extinguió por la regulación de precios. En su lugar hay una amplia variedad como el queso de año o de leche de búfala que oscila entre Bs 80 y Bs 160 el kilo, es decir, hasta cuatro veces más que el oficial.
Los quesos amarillos son otro ejemplo. Esta semana los precios fueron ajustados entre Bs 58,32 hasta Bs 66,30 el kilogramo, pero el precio promedia los Bs 120 el kilo, más del doble del valor fijado por el Gobierno.
La leche en polvo está regulada en Bs 36,44 la lata y Bs 32,04 el sobre, que se pueden comprar a ese precio sólo en las cadenas de supermercados. Sin embargo, el mercado no hace distinción de precios y ante la escasez el valor se ha duplicado y cuesta hasta Bs 70 el kilo.
El kilo de harina de maíz precocida, que es uno de los productos regulados de mayor consumo en el país, cuesta Bs 5,93 pero los ciudadanos pagan hasta Bs 12 por un kilo. En el interior del país puede costar entre Bs 18 y Bs 20.
Los aceites de maíz, vegetal y de girasol también están controlados. El precio varía entre Bs 6,54 y Bs 10,69 pero en los mercados, cuando se consigue, cuesta entre Bs 19 y Bs 23.
El precio oficial del azúcar es Bs 6,11, sin embargo, por un kilo de azúcar piden Bs 10 y Bs 12. Este año el Gobierno negó el ajuste oficial del precio para evitar impactos en el consumidor, que en realidad paga dos veces más por el producto.
El Banco Central ha reconocido que existe un marcado desacato al control de precios. Según las estadísticas del ente, en los primeros cuatro meses de 2013 la inflación en los productos controlados fue de 11,2%, cifra que triplica el resultado del mismo período de 2012.
El costo de los alimentos y bebidas no alcohólicas, que abarca más de la mitad del ingreso de las familias más pobres, se disparó 6,4% en abril y en los primeros cuatro meses del año fue de 16,2%.
El ministro de Finanzas, Nelson Merentes, así como el ministro de Alimentación, Félix Osorio, han reconocido la necesidad de hacer revisiones y ajustes en los precios. Sin embargo, las medidas que en esa materia se aplicaron la semana pasada no corrigieron el rezago de entre 17 y 25 meses acumulado en esos cuatro rubros.
El control de precios ha afectado la rentabilidad de las empresas, la productividad y la oferta de productos al consumidor, según reportó el diario El Universal.
Tomado de Maduro fracasa controlando precios y se desborda la inflación