La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) quiere limpiar la imagen de su presidente, Luis Rubiales, y para ello no duda en demandar a quien considere que la mancha. Su último objetivo ha sido Wikipedia, la enciclopedia libre de internet que crean sus propios usuarios. La RFEF ha presentado una demanda exigiendo que se borren informaciones que afectan a Rubiales, quien se enfrenta a varios escándalos, investigaciones judiciales y acusaciones de acoso.
El origen del conflicto: los Supercopa Files
El detonante de este pleito con la enciclopedia digital fue la publicación por parte de El Confidencial de una serie de exclusivas bajo el título de Supercopa Files. En ellas se revelaban los secretos de la negociación entre Rubiales y el jugador Gerard Piqué para vender el fútbol español a la dictadura de Arabia Saudí. Según El Confidencial, ese acuerdo incluía una comisión de 24 millones de euros que se llevó Piqué. Luis Rubiales considera que la información es falsa y por eso exigió que se eliminara de Wikipedia.
La respuesta de Wikipedia: no hay control editorial
Desde Wikipedia le respondieron que sus responsables no ejercen un control editorial como un medio de comunicación convencional, sino que es la comunidad de personas que editan quien decide y llega a consenso sobre los contenidos que se publican en la enciclopedia libre. Wikipedia tiene una serie de políticas establecidas por la propia comunidad con la idea de promover la calidad de lo que se publica. Esta comunidad se reúne y trabaja conjuntamente para escribir a través de la información de fuentes que considera fiables, neutrales y bien fundadas.
En ese sentido, se le dio a la RFEF la oportunidad de plantear sus argumentos en la pestaña de discusión habilitada para ello o de referenciar otra fuente de información en la entrada sobre Luis Rubiales. Sin embargo, estas explicaciones no convencieron al máximo responsable del fútbol español y continúa adelante con el procedimiento judicial que se sigue en un juzgado de Valladolid. Según las fuentes jurídicas consultadas por El Confidencial, Wikipedia todavía no ha contestado a la demanda. El pleito terminará previsiblemente en un juicio, ya que es un procedimiento verbal y no se celebra audiencia previa.
La Federación quiere borrar su pasado
Pese a que la información es sobre Luis Rubiales, son los servicios jurídicos de la Federación los que pleitean para mejorar su imagen, puesto que entienden que las informaciones que quieren eliminar tienen que ver con su gestión actual. La RFEF se apoya en sus demandas en precedentes judiciales, como cuando el Tribunal Supremo ordenó a una página web pagar 6.000 euros al cantante Ramoncín por su intromisión en el derecho al honor. Su argumento es que Wikipedia solo está exenta de responsabilidad si desconoce que una de sus informaciones lesiona los derechos de alguien, pero que tiene el deber de rectificar una vez tiene conocimiento.
La Federación tampoco está de acuerdo con que los usuarios puedan de manera consensuada confeccionar el perfil de Rubiales en la Wikipedia. A su juicio, eso es una herramienta de desprestigio para aquellos que tratan de dañar la imagen o el honor de una persona pública. Las fuentes consultadas manifiestan la preocupación de Rubiales sobre lo que salga en su entrada de la Wikipedia porque confía en que, a medida que pasen los años, las noticias de los medios convencionales irán descendiendo en el posicionamiento de los buscadores de internet, pero la Wikipedia siempre figura ubicada en un lugar preferente por su popularidad.
Rubiales se siente víctima
Rubiales se considera una víctima de lo que califica como “terminales mediáticas”. Así se presentó por escrito ante la jueza de Majadahonda que investiga sus negocios ocultos para vender la Supercopa de España a la dictadura de Arabia Saudí junto al exfutbolista del Barça Gerard Piqué. Los tribunales han avalado hasta el momento todas las informaciones desveladas por El Confidencial. Rubiales y la Federación ya trataron antes de censurar las informaciones de El Confidencial y pidieron sin éxito a un juez que dictase una orden cautelar para impedir seguir difundiendo informaciones. Algunas de las exclusivas tenían que ver con su vivienda de lujo en Madrid, viajes internacionales a cargo de los fondos federativos y las grabaciones a miembros del Gobierno de España, entre otras actividades bajo sospecha.
Ya en un primer auto dictado por un juzgado de Pozuelo de Alarcón —donde tiene fijada su sede El Confidencial—, una jueza determinó que las exclusivas de los llamados Supercopa Files apuntaban a «hechos de dudosa legalidad». Ese criterio fue confirmado después por la Audiencia Provincial de Madrid. “La información es totalmente veraz”, zanjaron en enero los jueces madrileños. Aun así, Rubiales ha intentado lo mismo en otros juzgados. Fue después de que El Confidencial publicara una batería de wasaps suyos en los que hablaba en primera persona al referirse al Real Madrid durante un partido contra el Sevilla: «A ver si nos cepillamos a los palangana, me caen mal».
En esa misma información, el presidente de la RFEF y máximo responsable de los árbitros confesó que los equipos que peor le caen son, «en este orden, Villarreal, Sevilla y Valencia». También se refirió al Atlético de Madrid como “el patético”. El Juzgado de Primera Instancia Número 81 de Madrid ha denegado su petición de impedir la publicación de los mensajes: «Indudablemente, tiene interés público conocer la opinión que tiene el presidente de la Real Federación Española de Fútbol sobre ciertos clubes que forman parte de esa Federación».