La medida no desencadenará una activación progresiva en los demás sectores económicos del país, ni representará más ingresos para el Estado.
La autorización de esta licencia implica que Chevron no pagará a PDVSA ni al Ministerio de Finanzas, ni impuestos ni regalías producto de la renta petrolera
Ana Uzcátegui / La Prensa de Lara (Venezuela) – 06/12/2022
La licencia a Chevron Corporation bajo la GL 41 (General Licence 41), que otorgó el gobierno del presidente Joe Biden el sábado 26 de noviembre, luego del segundo acuerdo parcial firmado entre Gobierno y oposición en México, sólo beneficiará a esta petrolera trasnacional, que puede explotar crudo venezolano y comercializarlo directamente a Estados Unidos, según ha determinado la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC), así lo consideran expertos petroleros.
La medida no desencadenará una activación progresiva en los demás sectores económicos del país, ni representará más ingresos para el Estado, porque según el economista Rafael Quiroz, Chevron sólo cobrará la deuda que mantiene PDVSA desde 2008, que sobrepasa según sus estimaciones, los 1.900 millones de dólares.
«El impacto de la economía nacional no va a ser mayor. Porque Chevron no está dispuesta a hacer notables inversiones como algunos creen. Si Chevron hace alguna inversión va a ser muy modesta y su contribución al aumento de la producción petrolera va a ser mínima», destacó el investigador petrolero. Los factores que hacen que esta inversión sea limitada, es porque la licencia apenas será por seis meses de vigencia y aunque la administración Biden la puede extender por más tiempo, esta decisión estará atada al cumplimiento de los acuerdos del gobierno de Nicolás Maduro en las negociaciones.
«Nadie hace inversiones significativas en petróleo con una licencia de seis meses y de cuya renovación no hay garantías. Las trasnacionales no son bobas y saben lo que invierten. La reactivación de Chevron en términos de producción no creo pueda aportar más de 150 mil barriles diarios al máximo de su capacidad, y eso en un lapso de dos años», precisó.
Según explicó Rodrigo Cabezas, economista y exministro de Finanzas durante el gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez entre 2007 y 2008, Chevron podrá explotar crudo en Petroboscán y Petroindependiente, campos de petróleo liviano ubicados en Zulia. Este crudo es el que EE.UU está dispuesto a comprar. En los primeros tres meses, considera que la producción en esa zona Occidental podría aumentar de 18 mil barriles diarios a unos 80 mil barriles por día.
«En Zulia las empresas mixtas de Chevron y PDVSA han mantenido sus actividades en niveles limitados desde 2018, cuando empezaron las sanciones económicas impuestas por E.UU. Esta acción lo que va a permitir es ir resarciendo la deuda que PDVSA tiene con Chevron desde hace varios años. Y no pagar ningún tipo de beneficio por la asociación que tienen con esa empresa. Considero que en poco tiempo mejorará el flujo de caja de Chevron en la matriz, y desde el punto de vista del empleo esto significará una mejoría de sueldos para profesionales en la ingeniería y técnicos petroleros que trabajan en esa trasnacional, y una contratación de nuevo personal en los campos de Boscán específicamente», mencionó.
La autorización de esta licencia implica que Chevron no pagará a PDVSA ni al Ministerio de Finanzas, ni impuestos ni regalías producto de la renta petrolera.
Gigantesca deuda
«Se estima que la deuda que tiene PDVSA con las empresas mixtas de Estados Unidos, Europa y Asia está por el orden de los 18 mil millones de dólares, según fuentes propias de compañías petroleras que tengo», resaltó el exministro.
En el año 2006, el Gobierno venezolano intentando aumentar la inversión extranjera en el sector petrolero y creó la figura de las empresas mixtas prevista en la Ley Orgánica de Hidrocarburos. La capacidad accionaria del Estado alcanza el 60% y de las empresas privadas 40%. Lo que ocurrió desde 2008 fue un incumplimiento por parte del Gobierno de esos acuerdos. Según explicó el economista petrolero Rafael Quiroz, las empresas mixtas invirtieron en la producción de petróleo, pero el Estado nunca lo hizo, aunque sí comercializó y vendió ese crudo que nunca pagó a estas compañías mixtas.
«Hubo empresas que se negaron a este acuerdo como Standard Oil Co y ExxonMobil, y demandaron al Gobierno ante la Corte Interamericana de Arbitraje comercial internacional (CIAC) y ganaron luego de años de peleas. Para el año 2008 el oficialismo estaba borracho por la cantidad de renta petrolera que recibía y pensó que podía hacerlo todo en el país. Así desorganizó lo que era la apertura petrolera del siglo XX y obligó a las empresas a acordar una participación, 60% Estado y 40% la empresa mixta», contó Víctor Poleo, ingeniero eléctrico y exviceministro de Energía y Minas entre el año 1999 y 2001.
Desde entonces ha habido una estampida de empresas petroleras como Total Energies, la noruega Equinor y la japonesa Inpex y otras 12 empresas petroleras que decidieron abandonar el país, ceder sus acciones y renunciar al pago de las deudas pendientes y dividendos impagos que mantiene el Gobierno.
Primer escalón de la flexibilización
José Toro Hardy, economista y exdirector de PDVSA, sostiene que esta decisión de EE.UU de extender una licencia por seis meses a Chevron y la liberación de tres mil millones de dólares en activos, tras los acuerdos firmados entre el Gobierno y oposición en México. Es el primer escalón que se flexibiliza, de una larga escalera de sanciones económicas que tiene Venezuela.
«Me hubiese gustado que este acuerdo derivara en lograr unas elecciones libres y democráticas, el tema de la liberación de presos políticos y de los derechos humanos en el país, pero hasta el momento estos temas que deberían ser prioridad en una agenda de negociación no se han tocado», expresó.
Sostiene que el descongelamiento de tres mil millones de dólares de activos, es una cifra ínfima para atender la emergencia humanitaria que tiene el país. «Con esa cantidad de dinero no se podría cubrir ni la mitad de las importaciones que requiere Venezuela. Ayudaría sí a tener un fondo administrado por la ONU para problemas humanitarios en Venezuela como la importación de medicinas que Venezuela necesita», manifestó.
Insiste que este acuerdo, tal como está planteado, es limitado y tiene un fin específico que no se va a traducir en ingresos demasiado grandes para el país. Sólo se verá inversión en el área del Zulia donde Chevron invertirá y explotará crudo.
«En Venezuela llegamos a producir más de tres millones de barriles de petróleo diariamente. Para que el país alcance esos niveles de producción requiere una inversión anual de 25 mil millones de dólares, por ocho años. Pero para conseguir esa cantidad de recursos, Venezuela requiere volver al mercado financiero internacional, como el Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), algo que sólo se logrará con un cambio de Gobierno y de legislación que brinde confianza a inversionistas», resaltó.
Desconfía de los acuerdos
Para Víctor Poleo, exviceministro de Energía y Minas, el acuerdo alcanzado entre el gobierno de Nicolás Maduro y la administración de Joe Biden por la licencia de Chevron están llenos de opacidad.
«Que EE.UU. quiera más petróleo de Venezuela para aliviar las carencias energéticas mundiales no es creíble. El mundo no necesita del petróleo venezolano porque los mercados europeos ante la guerra de Rusia en Ucrania ya han buscado otras soluciones. Por ejemplo, las plantas nucleares de fusión, carbón y gas natural licuado están nutriendo los vacíos dejados por el combustible ruso», expresó.
Considera que la cantidad de petróleo que puede explotar Chevron en Venezuela es irrisoria, y aunque debe venderla exclusivamente a EE.UU, sostiene que este país actualmente es el que más explota petróleo a nivel mundial con 11.8 millones de barriles diarios, cantidad similar a lo que explota Arabia Saudita. Incluso exporta.
Esperan licencias para empresas
El economista petrolero Rafael Quiroz, sostiene que la petrolera italiana Eni, estaría interesada en que EE.UU también apruebe una licencia para que pueda explotar crudo venezolano y comercializarlo en Europa y así cobrar la deuda que mantiene PDVSA con esta trasnacional.
«Las petroleras europeas en Venezuela se han ido casi todas, sólo queda Eni y está en las mismas condiciones que Chevron, esperando que el Estado les pague. Total Energies se fue, Equinor también y Repsol», indicó.
Quiroz expresó que no se hace falsas expectativas con la negociación que se desarrolla en México, porque el Gobierno de Nicolás Maduro viene suspendiendo esas conversaciones desde el año 2014 con la oposición, cuando surgió la mesa de negociación televisada en cadena nacional, tras las protestas políticas registradas ese año en Venezuela.
EE.UU no comprará petróleo extra pesado
Aunque a Chevron se le ha autorizado importar condensados a Venezuela, el economista Rodrigo Cabezas, sostiene que es poco probable que invierta en la explotación de crudo extra pesado en la Faja Petrolífera del Orinoco, en los campos PetroPiar y PetroIndependencia.
«Hasta el año pasado estaban paralizados los cuatro mejoradores en la Faja del Orinoco. Lo que ha hecho el Gobierno es mezclar petróleo liviano iraní con el extrapesado para poder venderlo», comentó.
Artículo publicado en La Prensa de Lara el día 02/12/2022
Tomado de Licencia de Chevron no da certeza que Venezuela reciba más ingreso por petróleo