Las Verdades de Miguel #13/02/2016

Mi comentario de la Semana:

La amnistía de los presos políticos no significa impunidad, salvo que se condenen los delitos de los banqueros prófugos. El otro punto álgido tiene que ver con el beneficio a los petroleros del paro de diciembre 2002 – febrero 2003. Eclipsados los dos obstáculos, se debe comprender que la amnistía no simboliza una apología a la impunidad. En ese sentido, Gobierno y oposición tendrán que frenar a sus radicales si se busca que el proyecto llegue a feliz término. También los presos por los sucesos de abril de 2002 representan otra piedra en el camino. No creo equivocarme si afirmo que esos presos son chivos expiatorios. ¿Acaso, dónde están los promotores del 11A? Que yo sepa no está ninguno de ellos en, prisión. Si analizamos la participación protagónica de los medios en ese entonces por desconocer el orden establecido, incitando a la violencia, admitiríamos que los dueños del poder mediático (quienes montaron aquella tragedia) hoy estarían condenados a prisión.

No olvidemos los titulares de la gran prensa llamando a la confrontación. Sus propietarios han tenido que estar presos; igual suerte habrían corrido quienes condujeron la manifestación del 11A hacia el centro de Caracas, todos al tanto de que les aguardaba una emboscada. Pues bien, éstos hechos quedaron impunes y sus protagonistas se marcharon unos, mientras otros se quedaron e inclusive fueron reincidentes. Cisneros y todos sus otros colegas siguieron con su poder televisivo; casos como el de Ramón Muchacho (a la sazón prefecto de Caracas y mano derecha de Alfredo Peña) que nunca fue mencionado, ahora es el flamante alcalde de Chacao (¿quién lo protege?). Casualmente, Muchacho fue señalado como el promotor en su municipio de las guarimbas de 2014. Otros comprometidos el 11A, como Guaicaipuro Lameda, Pablo Medina y Enrique Mendoza, ni siquiera citados a un tribunal. Como ellos, no son pocos quienes han debido al menos encarar la justicia.

Siempre se procuró (deliberadamente), encausarla en una sola condena, la de Pedro Carmona, quien de no haberse fugado (¿con la complicidad del alto Gobierno?), su persona habría encarnado un solo gravamen por los sucesos de abril de 2002. Pero eso ha sido una constante. Ahora bien, regresando al tema, la amnistía no es un caso único en nuestra historia republicana; los alzados del 4F y el 27N fueron indultados por Caldera sin que nadie se opusiera y ahora son Gobierno. Durante el primer mandato de CAP, un militante de Bandera Roja asesinó a dos policías y fue liberado un par de años después; entonces se comentó que lo alcanzó, el beneficio por tratarse del hijo de un compadre de Pérez. Los protagonistas de los dos escapes del San Carlos también fueron liberados, unos por Caldera y los otros por Herrera. Tampoco los participantes en el secuestro de Frank Niehous pasaron el tiempo en prisión que les correspondía.

Por otro lado, quienes dirigieron la lucha armada fueron indultados (por cierto, algunos de ellos han ejercido funciones de alto Gobierno con el chavismo). Durante los años 60, a pesar de ser condenados a largas penas de cárcel fueron dejados en libertad los conjurados de Carúpano y Puerto Cabello. Otros beneficiados serían los autores del magnicidio frustrado de Betancourt (entre otros, por razones humanitarias fue liberado Luis Cabrera Sifontes). De los jerarcas del gobierno de Pérez Jiménez fue indultado el ex ministro del Interior Laureano Vallenilla Plancharte Basta con hojear la historia para conocer que la amnistía nunca fue ajena a los gobernantes que pasaron por Miraflores. Por ejemplo, Eleazar López Contreras protegió a los hermanos Pérez Jiménez cuando siendo cadetes conspiraron contra Gómez (este había ordenado que los expulsarán de la Escuela Militar y los detuvieran). Años después, uno de ellos (Marcos Evangelista) ascendió a la Presidencia de la República.

El caso de Chávez, en cuanto a destino fue similar al anterior. Pregunto: ¿Cuál es el miedo a una amnistía? ¿Le temen a que uno de los presos de hoy sea gobernante mañana? Quienes se oponen a la amnistía son malos consejeros, su argumento sobre la violencia no asume que la lucha política llevada a sus extremos desencadena hechos violentos. En todo caso, todo gobernante está facultado para decretar la libertad de los presos políticos. En el caso que nos atañe estimo que fue un error insistir en no darle a estos esa condición; una conducta del Gobierno que, por lo demás, no resulta una novedad, por cuanto sus antecesores consideraron como bandoleros a quienes transitaran el camino de la violencia. Vale recordar que muchos de quienes hoy están en funciones de Gobierno fueron subversivos a quienes los cuerpos de seguridad comprometen no sólo en : la quema de autobuses y daños a la propiedad, sino algo peor, los señalan (con razones valederas) como asaltantes de bancos y homicidas de soldados y policías. Ahora no tienen porque rasgarse las vestiduras; más bien deberían admitir sus disparates del pasado pidiéndole perdón al país.

Por cierto, el abogado (Antonio Molina) de las víctimas del 11A, en una audiencia pública, siendo el representante del entonces gobernador Eduardo Manuitt, a viva voz confesó que en el pasado, para ayudar a la Revolución, fue asaltante de bancos. Me llamó la atención que el juez del debate (Juan Carlos Gutiérrez Amaro) le pareciera normal la revelación de Molina. No entiendo el por qué de los santurrones. La amnistía es posible, además, es una vía para la reconciliación. La libertad de los presos políticos y el regreso de los exiliados no es un exabrupto.

URGENTE. La crisis se profundiza, el descontento cada vez es mayor. El desabastecimiento hace estragos. La violencia crea total inseguridad en la población y posiblemente sea el elemento que represa el proceder de la ciudadanía; sin embargo, esto último deja entrever resultados nada prometedores para la tranquilidad nacional. Ojo.

PRONÓSTICOS. Cada vez que Maduro ataca y amenaza a Lorenzo Mendoza, los puntos del empresario suben en la audiencia nacional, pareciera ser que Maduro es el más oportuno jefe de campaña del propietario de Empresas Mendoza. Recientemente se realizó un sondeo sobre un universo de mil personas consultadas en los principales centros urbanos del país, acerca de la aceptación de ambos. A la pregunta de: Si este domingo Maduro se presentara a la reelección y tuviera como contrario a Lorenzo Mendoza, por cuál de los dos votaría usted, se obtuvo el siguiente resultado: Mendoza 68%; Maduro 16%; No sabe, No contesta 16%. Igual se indagó acerca de las preferencias electorales para las próximas elecciones de alcaldes y gobernadores, concluyendo que de darse las mismas este próximo domingo, la oposición ganaría 19 gobernaciones y el Polo Patriótico 3. (En nuestra próxima edición analizaré estas conclusiones).

Tomado de Las Verdades de Miguel #13/02/2016

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