Las perlas de la confesión de James M. Davis, ex CFO de Stanford International Bank

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El Departamento de Justicia de los Estados Unidos de América (DOJ) informó hoy mediante un comunicado de prensa que James M. Davis, de 60 años, el ex director financiero de Stanford Financial Group (SFG), se declaró culpable de fraude y conspiración para obstruir la investigación sobre el fraude piramidal para apropiarse de USD 7 mil millones propiedad de depositantes de Stanford International Bank.

Davis fue acusado penalmente el 18 de junio de 2009, de conspiración para cometer fraude mediante el uso de correo, transferencias y valores, y conspiración para obstruir la investigación de la Securities and Exchange Commission (SEC).

Según los documentos de admisión de culpabilidad, Davis admitió que, como parte del fraude, él y sus co-conspiradores defraudaron a los inversionistas que compraron alrededor de USD 7 mil millones en certificados de depósito (CD), emitidos por el Stanford International Bank Ltd. (SIBL), un banco off-shore situado en la isla de Antigua. Davis admitió además que él y sus co-conspiradores utilizaron indebidamente y se apropiaron de la mayoría de los activos de los inversionistas, incluyendo la desviación de más de USD 1.600 millones en préstamos personales no revelados a un co-conspirador («Sir» Allen Stanford), mientras que mentían a los inversionistas respecto de la situación financiera del banco, su estrategia de inversión y la extensión de la supervisión por las autoridades de Antigua.

Según la confesión de Davis, él y sus co-conspiradores iniciaron la falsificación de estados financieros en el año 1990, haciendo asientos contables en los estados de ganancias y pérdidas y en el balance general. A pesar de la falsedad de los estados financieros, Davis y sus cómplices promovieron a SIB como «bien gestionado y seguro» y promocionaron en los reportes anuales de SIB los falsos incrementos anuales de ingresos, rentabilidad y activos.

Davis admitió además en los documentos que él y sus co-conspiradores usaron cifras falsas y fabricadas de ingresos cada año para generar el «Retorno sobre Inversiones» que se deseaba informar a los inversionistas. Esta «ingeniería inversa» de las cifras fue desarrollada usando una hoja de instrucciones secretas que Davis admitió haber suministrado a los empleados del departamento de contabilidad con instrucciones de cómo hacer modificaciones a las hojas de cálculo para generar los resultados falsos y maquillados del banco.

Davis también reconoció en la confesión que para efectuar el fraude se realizaron declaraciones falsas a los inversores acerca de la composición de la cartera de inversiones de SIB. En concreto, Davis admitió que el 80% de la cartera de inversiones de SIB, internamente denominado «Nivel III», no era administrado por gestores de dinero globales, como se le aseguró a los inversionistas, sino que estaba invertido en activos sin liquidez alguna. Estos incluían al menos USD 2 mil millones en préstamos personales a un co-conspirador, disfrazadas como inversiones, y activos inmobiliarios sobrevaluados, incluidos bienes raíces que SIB había adquirido en 2008 por aproximadamente USD 65 millones, y luego revaluados el los libros de SIB hasta USD 3.200 millones. Davis admitió que ninguno de estos hechos se dieron a conocer a los inversionistas.

Según los documentos de declaración de culpabilidad, Davis admitió que él y sus co-conspiradores promovieron la venta de CD’s de SIB asegurándole a los inversionistas que las operaciones de SIB y su condición financiera eran supervisados por el regulador del banco en Antigua, la Financial Services Regulatory Commission (FSRC). Davis también admitió que sabía que esas declaraciones eran falsas, porque él y sus co-conspiradores habían canalizado pagos de soborno al regulador de los bancos, que también es un co-conspirador acusado (Leroy King), con quien sellaron un «pacto de sangre», a fin de garantizar que los reguladores de Antigua no examinaran adecuadamente ni las operaciones ni la situación financiera de SIB.

Finalmente, Davis también admitió que a partir del año 2005 hasta febrero de 2009, él y sus co-conspiradores hicieron una serie de declaraciones falsas a la SEC con el fin de perjudicar y obstaculizar la investigación que esta agencia adelantaba.

Davis acordó una orden preliminar de decomiso de sus activos personales hasta por la cantidad de USD 1 mil millones.

A continuación el documento («Plea Agreement») completo. La confesión de Davis a partir de la página 11 es de lectura obligada por la cantidad de detalles que ofrece sobre cómo se cometió el fraude:

James Davis Plea Agreement

Tomado de Las perlas de la confesión de James M. Davis, ex CFO de Stanford International Bank