El financista y empresario argentino-israelí Diego Marynberg, dedicado a manejar inversiones y fondos provenientes de grandes fortunas en distintos países del mundo, también quedó bajo la lupa del organismo antilavado de Estados Unidos. Así quedó expuesto en FinCEn Files, la investigación liderada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) sobre el funcionamiento del sistema financiero global, de la que participa Infobae.
Bajo la cabeza de su emporio Adar Capital Partners Ltd, creado en Islas Caimán, Marynberg supo desarrollar un abanico de negocios y una cartera de activos millonarios en Estados Unidos, Latinoamérica y Europa. Su habilidad como asesor financiero le valió que lo conocieran el “Maradonna” del dinero. “Es una persona brillante”, coinciden quienes lo conocieron en Argentina en el mundo bursátil. Ex yerno del fundador del Banco Patricios -estuvo casado con Elena Szpolski-, su expansión se dio cuando comenzó a manejar inversiones y bonos en el exterior, y supo desarrollar una exitosa carrera como trader internacional.
En paralelo al crecimiento de su fortuna, desarrolló también una tarea de filantropía, especialmente en Israel donde vive actualmente y donde estudió Economía en la Universidad Bar Ilán de la ciudad de Ramat Gan, y de la que actualmente es miembro. Su nombre en su pasaporte israelí es Zev Marynberg. Judío practicante ortodoxo, bautizó con el nombre Adar por el sexto mes del calendario hebreo a la cabeza de su holding y a varias de sus empresas y fondos vinculados. Entre 2011 y 2014, donó al menos 13,5 millones de euros a través de la panameña Fundación Adar a cinco organizaciones de la ultraderecha israelí implicadas en la colonización de territorios en Cisjordania, según una investigación del diario Hareetz.
Pero sus negocios con el régimen chavista lo habrían puesto el año pasado en la mira de las autoridades norteamericanas, tal como publicó Infobae en mayo del 2019 y reveló por primera vez su rostro. Esta versión es desmentida tajantemente desde Adar Capital, y la atribuyen a una “campaña de extorsión” a través de “noticias falsas” en los medios para perjudicarlos. Así se lo explicó el gerente local de la firma en Ginebra, Bryan Schapira, al colega suizo Sylvain Besson cuando fue en nombre de ICIJ en marzo pasado hasta la sede de la firma en Ginebra. Con tecnología inteligente y oficinas prácticamente vacías, impacta la impresionante vista que se tiene desde ellas del bellísimo Lago Léman. La versión también fue negada enfáticamente por su abogado, Marcelo Etchebarne, consultado para esta investigación.
Sin embargo, del análisis de más 2.100 reportes de operaciones sospechosas enviados por los bancos de Estados Unidos a la Unidad de Inteligencia Financiera de ese país (FinCEN en inglés), surge que Marynberg ya había estado entre 2012 y 2015 bajo la lupa del organismo antilavado de ese país. Llamados SAR en inglés, por la sigla de suspicious activity report, fueron filtrados a BuzzFeed News y compartidos con ICIJ y 400 periodistas socios de 88 medios de más de un centenar de países, entre ellos, Infobae.
En estos documentos altamente confidenciales aparecen dos firmas del grupo empresario fundado por Marynberg por sus transacciones con empresas pantalla, en jurisdicciones consideradas de “alto riesgo” para el lavado de dinero, sin un propósito identificado y sin un origen claro de los fondos. Una fue Adar Latam High Income Fund Ltd, un fondo de inversión de alto rendimiento registrado en las Islas Caimán en 2011 y disuelto en 2017. La otra, la sociedad de bolsa Mercantil Valores, que funcionó desde Montevideo con clientes venezolanos y argentinos, hasta que fue dada de baja por el Banco Central de Uruguay en 2016 por no cumplir la normativa para prevenir el blanqueo de activos, entre otras irregularidades detectadas en su operatoria.
Inversiones con firmas pantalla
Las operaciones de Adar Latam High Income Fund Ltd quedaron bajo la lupa por sus transacciones con tres empresas offshore incluidas entre las reportadas por la Unidad de Inteligencia Financiera norteamericana (FinCEN en inglés), por considerar que podrían haber actuado como sociedades pantalla. Los movimientos de dinero cuestionados, tuvieron lugar en 2014 y 2015.
Una de esas operaciones fue una transferencia de la firma Jasel International Solutions, por USD 365.000, en abril de 2014. Los fondos fueron enviados a la cuenta de Adar Latam Fund en el Deutsche Bank de Nueva York, desde el Banco Internacional Sudamericano de Curazao. Esta entidad fue una de las que procesó pagos de sobornos a funcionarios en Ecuador por parte de Odebrecht, aunque el banco de este territorio autónomo de los Países Bajos siempre negó tener relación alguna con la constructora brasileña.
Jasel figura con un domicilio en Belice, que es el mismo de otra docena de empresas y coincide con el del estudio proveedor de servicios corporativos en ese pequeño país centroamericano, una ex colonia británica que funciona como uno de los principales centros financieros offshore debido a sus ventajas fiscales para no residentes. Al buscar a qué se dedica, aparece registrada en Curazao, desde septiembre de 2014 y hasta diciembre de 2017, como una empresa cuya actividad es supuestamente la compra venta de oro y otros metales y piedras preciosas.
La alerta de la sede neoyorquina del Banco de New York Mellon se activó, precisamente, por la sospecha de que Jasel fuera una firma “de papel” – o sea que solo existe en las actas y sin infraestructura ni empleados- operando en jurisdicciones consideradas de “alto riesgo” para la prevención del lavado de dinero como Belice, Caimán y Curazao. Jasel International Solutions no respondió la consulta para esta investigación
“Las sociedades pantalla (shell companies en inglés) pueden ser creadas y utilizadas por individuos y negocios con fines legítimos. Sin embargo, son una preocupación por el lavado de dinero y los delitos financieros dado que son fáciles de formar, y estructuradas de una manera diseñada para encubrir los detalles transaccionales de las entidades. El uso de empresas pantallas ofrece una oportunidad para entidades extranjeras o nacionales de mover dinero mediante transferencias electrónicas ya sea directa o mediante un banco corresponsal, sin que se conozca la verdadera identidad de los dueños o la finalidad del giro”, puede leerse en el SAR analizado por Infobae donde se reporta la transacción entre Jasel y el fondo de inversión de Adar Capital.
Las instituciones financieras en Estados Unidos están obligadas a reportar a la FinCEN si “saben, sospechan o tienen una razón de sospechar” que una transacción que pasa por ese país tiene un origen delictivo o no tiene un propósito de negocios claro. Estos reportes no son denuncias formales ni implican per se un delito, pero otorgan al sistema financiero su línea de defensa más fuerte contra operaciones de lavado de dinero.
Apenas tres días después de la transferencia de Jasel a Adar Latam Fund, otras cuatro operaciones activaron las alarmas del New York Mellon por no tener un motivo identificado. En los doce días siguientes, este fondo de inversión de alto riego –en esta oportunidad con domicilio informado en las Islas Vírgenes Británicas- recibió cuatro giros en su cuenta en el Deutsche Bank de Amsterdam, por un total de USD 1,3 millones. El dinero nuevamente provenía de una cuenta en el Banco Internacional Sudamericano de Curazao pero, esta vez, a nombre de Zaibco Advisors Ltd, una firma registrada en 2012 en el territorio británico de Anguila, que se mantuvo “activa” hasta 2018. Su agente intermediario, el HBM Group de Curazao, no respondió la consulta enviada por ICIJ para conocer a qué se dedicaba y el motivo de los fondos que recibió de Adar Latam Fund.
Pese a lo que indican los documentos, a través de su abogado Etchebarne, Marynberg aseguró que Adar Latam High Income Fund “no hizo ningún negocio” con Zaibco Advisors ni con Jasel International Solutions. “Como administrador de fondos de terceros podríamos haber recibido un depósito o hacer una transferencia a pedido de un cliente y por cuenta y orden de ese cliente a la empresa que Ud. menciona, pero no por cuenta propia nuestra, motivo por el cual no tenemos registro de la misma al día de hoy”, fue la respuesta del creador de Adar Capital, que hizo llegar el profesional del estudio multinacional de abogados DLA Piper Global al ser consultado por Infobae.
“Adicionalmente, todas las operaciones realizadas por nuestra empresa pasan por el previo filtro de World-Check de conformidad con nuestros protocolos de compliance y anti-corrupción. Si hubiera un registro negativo en World-Check con una contraparte, no se haría ninguna operación por cuenta propia o de terceros a dicha persona o empresa. Este es el mismo mecanismo utilizado por la mayoría de los agentes financieros internacionales”, agregó. Hizo referencia a esta base de datos de personas políticamente expuestas, así como particulares y organizaciones con mayor riesgo financiero o de reputación.
En la transferencia que recibió Adar Latam de Zaibco Advisors, como detalle del pago figuraba “FFC ACC 2517 of Farehaven Finance Limited”. La abreviatura “FFC” significa que el dinero se envió a través de un banco intermediario a la cuenta del beneficiario final, en este caso a una empresa de la que apenas hay una mención en una gaceta de las Islas Vírgenes Británicas de 2018, por una notificación de que debía nombrar un agente registrador o sería dada de baja del registro de esta jurisdicción offshore.
Al respecto, Marynberg admitió que Adar tiene “registros de descuentos de facturas” con Farehaven Finance. Pero precisó que fue Morgan Stanley, uno de los bancos de inversión más importantes del mundo, quien hizo la introducción con dicha empresa para hacer dichas operaciones. “No había ninguna alerta en World Check en ese momento para operar con dicha empresa. Tampoco Morgan Stanley, con quienes operaban, hizo ningún comentario negativo, todo lo contrario”, insistió su abogado en respuesta a la consulta de Infobae.