El diario El Mundo Economía y Negocios reportó que los precios al consumidor de los alimentos y las bebidas no alcohólicas registraron un incremento de 76% entre mayo de 2013 y mayo de este año, según estadísticas del Banco Central de Venezuela. Para muchos consumidores los porcentajes se desdibujan y lo único que reconocen es que el ingreso mensual se convierte en sal y agua frente a la caja registradora de los supermercados. »Hay productos regulados, pero no se consiguen. De qué sirve que se diga que la carne de res debería costar 27 bolívares el kilo en un aviso pegado en la pared, si cuando aparece cuesta 90 bolívares en los supermercados o hasta 180 bolívares en las carnicerías. Si son los cortes parrilleros se consiguen en más de 230 bolívares», dice una señora mientras hace la cola en la carnicería de un supermercado del suroeste de Caracas. En la parte de afuera de otro establecimiento, un grupo de personas espera sentado en la acera. «Van a vender cuatro kilos de harina de maíz por persona, de aquí no nos movemos», asegura una señora a otros consumidores que se acercan a preguntar por la fila que ya casi dobla la esquina. La presencia de la Guardia Nacional en el local es una señal de que llegará «algo». Puede ser azúcar, aceite vegetal, harina y, si se tiene suerte, leche en polvo completa a precio controlado. Los supermercados han optado por habilitar algunas entradas exclusivas para la venta de los productos con precios regulados. En casos más extremos cierran el local completo y despachan bajo estrictas normas de seguridad con militares como custodia, para evitar desorden. »Antes gastaba al mes en un mercado 2.000 bolívares para dos personas, ahora debo pagar el doble. Muchos productos subieron de precio hasta tres veces», afirma Asdrúbal Rojas. Cuenta que las bebidas lácteas como yogures que se compraban en 30 bolívares a inicios del año ahora están por encima de 55 bolívares, los cereales en hojuelas que costaban 60 bolívares pasan de 90 bolívares los más económicos, una crema de leche para untar que estaba en 60 bolívares pasó a 120 bolívares. »Si existe una regulación será en otra parte, porque cada vez que vengo al supermercado hasta el atún y las sardinas suben de precio», agrega. Entre enero y mayo los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas se han acelerado 29,6%. Hay rubros como la leche descremada en polvo que supera los 260 bolívares el kilo. Agroindustria asfixiada. Un informe de la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos señala que muchas empresas tienen entre dos y hasta tres líneas de producción paralizadas, afectadas por la falta de insumos y el rezago en los precios controlados. «Desde tapas, etiquetas, latas, envases y materia prima agrícola faltan en muchas empresas. Esto quiere decir que por lo menos 15% de las líneas de producción de varias compañías están paradas», indica un empresario del área. La cámara presentó a la Sundde y al Ministerio de Comercio los costos de producción de los alimentos con precios regulados, sin embargo, las alzas en arroz, azúcar y otros productos no fueron los esperados y se mantienen los rezagos. Además, hay alimentos con más de 39 meses con precios congelados como el aceite de maíz, girasol y vegetal. Cavidea señala que aunque el gobierno ratificó que se mantendría un margen de ganancia de 30% en los precios fijados, los montos aprobados han sido parciales. En el caso del arroz el incremento fue a 9,50 bolívares y el precio solicitado era de 14,15 bolívares, para garantizar la cobertura de los costos y la rentabilidad. Con respecto a las pastas, el precio fue fijado el año pasado en 5,41 bolívares, mientras que el costo de la materia prima importada, es decir el trigo, duplica este precio y no cubre el proceso de producción. La industria ha propuesto que el kilo de pastas suba a 22 bolívares. Otro de los productos críticos es el aceite. La industria ha propuesto establecer el precio en 24 bolívares el litro. Para la harina de maíz precocida el costo de producción se ha incrementado y se requiere un precio de venta al público de 11,40 bolívares, un alza de 53,84% o el equivalente a 3,99 bolívares, con lo cual las empresas solo tendrían 20% de rentabilidad. »No ha habido ningún progreso en el tema de revisión de costos y precios. De allí que las empresas estén asfixiadas porque tampoco tienen suficientes materias primas para procesar, y cuando les autorizan las divisas el costo de la materia prima es tan alto que no les alcanza para comprarla», dijo un empresario.