La flota petrolera pirata de Maduro: el “Skipper” solo es la punta del iceberg

El “Skipper” —el buque petrolero incautado por el Estados Unidos en las costas venezolanas— es apenas la punta del iceberg, pues la flota petrolera pirata de la que se vale el régimen de Nicolás Maduro, comprende una gran cantidad de embarcaciones que operan en la ilegalidad con el objetivo de violar las sanciones estadounidenses —tanto a la dictadura como a PDVSA— y así financiarse.

Así lo reveló una investigación de la ONG en el exilio “Transparencia Venezuela”, la cual determinó que una compleja red de buques «fantasma», identidades falsas y maniobras de evasión de radares, configuran el mecanismo de transporte de los hidrocarburos venezolanos.

La investigación estableció que el 41 % de los tanqueros que arribaron al país durante el mes de noviembre operan bajo esquemas de irregularidad en desafío al cerco internacional y los operativos militares en el Caribe.

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El caso «Skipper»: un prontuario de piratería moderna

La reciente incautación del buque “Skipper” por parte de las autoridades de Estados Unidos en las costas venezolanas, constituyó un evento que pone al descubierto las tácticas extremas del régimen de Nicolás Maduro para comercializar crudo en el mercado negro.

El “Skipper” —incautado el pasado 10 de diciembre en aguas del Caribe al salir de Venezuela— no era un actor nuevo en el radar de las agencias de inteligencia, puesto que —de acuerdo a lo revela la investigación de Transparencia Venezuela— el navío, propiedad de la naviera nigeriana Triton Navigation Corp, operaba con una identidad fraudulenta.

Bandera falsa: el buque navegaba bajo bandera de Guyana, pero las autoridades de dicha nación negaron que no existe registro oficial del barco. Tal hecho revela el uso de una matrícula apócrifa.

Vínculos con el terrorismo: “Adisa” era el nombre bajo el cual operaba anteriormente el Skipper. Tras ser sancionado por la OFAC por transportar petróleo iraní y mantener vínculos operativos con el grupo Hezbolá, continuó operando con esta nueva denominación.

Estado «fantasma»: a pesar de que desde 2024 figuraba en los registros internacionales como «fuera de servicio», el Skipper seguía recorriendo el mundo. En septiembre de 2025 fue rastreado cerca de la India y en el Estrecho de Ormuz, realizando movimientos erráticos antes de dirigirse al Caribe. En un reporte actividades en el Terminal de Almacenamiento y Embarque de Crudo “José Antonio Anzoátegui” (TAECJAA/TOJ) recientemente publicado por Venezuela Política, es posible constatar que el Skipper cargó crudo Merey 16 con destino Matanzas, cuba, para la empresa Cubametales. Nicolás Maduro afirmó que el buque cargaba 1,9 millones de barriles, pero el reporte indica 1 110 000 barriles. La discrepancia sugiere que el régimen venezolano perdió entre USD 50 y 100 millones solo en esta transacción debido a la ineficiencia y los descuentos forzados.

Impacto del despliegue militar estadounidense

La investigación refiere una disminución del tráfico marítimo en noviembre —98 buques frente a los 112 de octubre—, hecho que coincide con la presencia militar sin precedentes de los Estados Unidos en aguas del Caribe, donde al menos seis destructores misilísticos patrullan las rutas clave.

Este asedio obligó a las redes de comercialización a extremar precauciones. De los 98 tanqueros detectados:

17 navegaron con el sistema AIS (Sistema de Identificación Automática) apagado**, convirtiéndose en «naves furtivas».

14 eran buques ya sancionados explícitamente por organismos internacionales.

13 operaciones de trasiego ilegal (STS) se detectaron en la zona de Amuay, donde el crudo se pasa de un barco a otro en alta mar para borrar el rastro del origen venezolano.

Curiosamente, mientras la flota irregular se ve presionada, los buques autorizados de Chevron aumentaron de 3 a 8 en un mes, al enviar crudo directamente a terminales en Texas y Louisiana, lo que marca un contraste absoluto entre la vía legal y la subterránea.

La ruta hacia el Este y el uso de criptomonedas

El informe de Transparencia Venezuela confirma que China sigue siendo el destino del 80 % de la producción venezolana. Sin embargo, para evitar sanciones directas, el crudo se envía a través de Malasia, que funciona como un «hub» de reetiquetado.

Es necesario apuntar que —como lo señalamos en Sin Filtros, gran parte del petróleo venezolano que se envía a China, no constituye una venta, sino parte del pago de la enorme deuda que el régimen de Maduro mantiene con la nación asiática.

Por otra parte, para agregar más opacidad al asunto, los pagos de estas transacciones ya no pasan por el sistema bancario tradicional (SWIFT). El régimen en sus operaciones financieras se vale de criptomonedas estables (principalmente USDT), lo que permite que el dinero fluya sin ser detectado por los controles del Departamento del Tesoro de EE. UU.

La sombra del narcotráfico: ¿petróleo o cocaína?

La investigación de Transparencia Venezuela resulta particularmente alarmante por el hecho de revelar la existencia de una posible dualidad de carga en la flota petrolera pirata —flota oscura sería una mejor denominación, tal vez—, pues la ruta Venezuela-Senegal (África Occidental) se intensificó.

Se preguntan los investigadores: *¿Están los buques fantasmas transportando cargamentos de droga junto al crudo? Una interrogante para nada descabellada, toda vez que existe una estrecha relación entre los flujos de petróleo irregular y las rutas identificadas por medios periodísticos como usadas para el tráfico de cocaína colombiana hacia Europa.

Y se preguntan, además: ¿La falta de inspecciones en estos barcos sancionados los convierte en el vehículo perfecto para el crimen organizado transnacional?

Estamos en presencia de un Estado que, para sobrevivir económicamente, se vio obligado a rematar su recurso más valioso —el petróleo— con descuentos de hasta el 20 % respecto al precio de mercado, así como a operar en una zona gris donde la soberanía nacional se diluye en una red de empresas de maletín, banderas falsas y alianzas con actores sancionados globalmente.

Vea en Sin Filtros “Venezuela: bloqueo petrolero, “narco-guerra” y la gran trampa geopolítica”:

Tomado de La flota petrolera pirata de Maduro: el “Skipper” solo es la punta del iceberg