Artículo de opinión Alek Boyd publicado en El País undefined – Venezuela es uno de los países con mayores recursos hidrográficos del mundo. La confluencia del Orinoco y el Caroní hacen que Venezuela tenga una de las cuencas orográficas más potentes del mundo, y la Represa de Guri es la tercera central hidroeléctrica del mundo. Aparte de eso, cuenta con los mayores recursos de petróleo en el hemisferio occidental. No obstante lo anterior, un apagón dejó el martes a ese país sin luz. ¿Cómo puede explicarse tal evento?
Recursos naturales desde luego no faltan en Venezuela, pero la abundancia de la naturaleza es superada, y con creces, por la infinita corrupción en los gobiernos que han administrado el país. El ingeniero Jose Aguilar, experto en temas eléctricos, me decía hace poco que todos los argumentos esgrimidos hasta ahora por las administraciones de Chávez y de Maduro, explicando los apagones y carencias del sistema eléctrico en Venezuela, son falsos. Ni El Niño, ni la sequía, ni los rabipelados, y mucho menos los actos de sabotaje atribuidos a la oposición -que nunca son probados- son responsables de la crisis eléctrica que afecta a Venezuela.
La causa de todo esto, según Aguilar, es la corrupción: en el nombramiento de ministros, directivos y gerentes que carecen de experiencia y credenciales en el área eléctrica; en las contrataciones -la mayoría de las veces sin licitación- de empresas tanto locales como internacionales que no tienen la capacidad técnica de ejecutar proyectos tendientes a solventar la crisis; y en la corrupción, que hermana a los designados y los contratados en detrimento del país.
Aguilar ha identificado 40 proyectos, la ejecución de los cuales ha debido agregar 17.513 megavatios adicionales al sistema eléctrico nacional de Venezuela. De haberse tomado como referencia justiprecios internacionales, el Estado venezolano ha debido contratar dichas obras a un costo de 14.657 millones de dólares, lo cual representa un costo promedio por kilovatio de 837 dólares. Sin embargo, el costo fue de 23.031 millones de dólares, lo cual representa un sobreprecio de 8.644 millones de dolares, o 1.315 dólares por kilovatio. Pero lo más grave, es que de los 17.513 megavatios de capacidad adicional que el estado ordenó instalar desde 2003 a las diferentes contratistas, sólo 4.360,5 megavatios están disponibles.
El porcentaje de sobreprecio varía y ha sido -hay que decirlo- una constante en la asignación de contratos de obras publicas en Venezuela de toda la vida. Segun estimaciones de Aguilar, la Planta Guanta se construyó con un sobreprecio del 48% -el más bajo de los 40 proyectos observados- mientras que el proyecto de CORPOELEC de Generación Continuada es el que refleja el sobreprecio más alto: 515%.
Derwick Associates, una empresa venezolana que recibió 12 contratos en 14 meses según investigaciones del periodista César Batiz, y cuyos directivos están siendo demandados en Estados Unidos por asociación ilícita y pago de sobornos a altos cargos del régimen chavista, ha incrementado hasta en un 425% (2.340 dólares / kilovatio) los costes en alguno de los proyectos asignados (San Timoteo).
Otro caso interesante es la empresa Argentina IMPSA, del empresario cercano al matrimonio Kirchner, Enrique Pescarmona. Ésta recibió un contrato para construir una planta de 2.050 megavatios en Tocoma, cuyo justiprecio ha debido ser 3.178 millones de dolares, pero que ha costado, según el experto Aguilar, 10.371 millones de dolares, es decir 5.059 dólares por kilovatio. Aún cuando el contrato fue anunciado en 2007 hasta la fecha no hay un solo megavatio disponible en Tocoma. Aguilar agregó que IMPSA, Derwick Associates y muchas de las empresas contratadas simplemente carecen de la capacidad técnica para llevar a cabo las obras que le fueron asignadas, con lo cual han debido recurrir en muchos casos a la subcontratación lo que agregado a la corrupción y coimas incrementa los costos de los proyectos.
Lo que es inobjetable, es que a pesar del gasto multimillonario el Gobierno venezolano, y quienes medran de él, están lejos de resolver la crisis eléctrica que afecta a Venezuela. Y para muestra, el apagón de ayer, que dejo a Venezuela a oscuras.