«Sé a ciencia cierta que ha recibido dinero de mí, del narcotráfico y del crimen organizado», escribió ‘La Barbie’ en una carta desde su celda de prisión en 2012.
Redacción | Primer Informe
El lunes, cuando Genaro García Luna, ex policía de México, sea juzgado en un tribunal federal de Brooklyn por cargos de corrupción, uno de los principales testigos podría ser un narcotraficante convicto que desapareció misteriosamente de la custodia federal el año pasado.
Edgar Valdez-Villareal, conocido como ‘La Barbie’, desapareció de la base de datos de la Oficina de Prisiones en noviembre en medio de rumores de que estaba llegando a un acuerdo con los fiscales federales. Estaba recluido en la prisión federal de máxima seguridad USP Coleman II, cerca de Orlando (Florida), por tráfico de drogas y blanqueo de dinero, y condenado a cumplir condena hasta 2056. Ahora, se espera que sea un «testigo clave» en el juicio de García Luna, dijo una fuente a The New York Post.
García Luna, de 54 años, que en su día dirigió la lucha de su país contra el narcotráfico como Secretario de Seguridad Pública, está acusado de aceptar millones de dólares en sobornos a través de maletines llenos de dinero en efectivo del cártel de Sinaloa de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán para garantizar la protección de las rutas de tráfico y permitir el paso seguro de la droga fuera de México.
El exjefe de seguridad, que sirvió entre 2006 y 2012 en la administración del expresidente mexicano Felipe Calderón, fue detenido en Estados Unidos en 2019. Se ha declarado inocente.
Los fiscales dicen que García Luna, que dirigió el equivalente mexicano del FBI, estuvo involucrado en «la importación y la distribución de cantidades masivas de drogas peligrosas» en Estados Unidos. También se le acusa de compartir información con el cártel de Sinaloa sobre sus rivales y de advertirles sobre las operaciones de las fuerzas de seguridad en México.
Valdez-Villareal, de 49 años, dirigía Los Negros, un grupo de ejecución del cártel de los Beltrán Leyva, uno de los grupos del hampa más despiadados de México. En su día, este sicario nacido en Texas fue lugarteniente del cártel de Sinaloa, dirigido por el narcotraficante convicto ‘El Chapo’, que actualmente cumple cadena perpetua en un centro de máxima seguridad de Colorado.
Aficionado a la ropa de diseño y a los relojes caros, Valdez-Villareal eludió a las autoridades durante años a pesar de las recompensas millonarias. Como líder del ala de ejecución de Los Negros del cártel Beltrán-Leyva, participaba en torturas, que a menudo grababa en vídeo, y reclutaba a policías y miembros de cárteles rivales como informadores, según la prensa mexicana.
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Entra ‘La Barbie’ a escena
Valdez-Villareal, de 49 años, dirigía Los Negros, un grupo de ejecución del cártel de los Beltrán Leyva, uno de los grupos del hampa más despiadados de México. En su día, este sicario nacido en Texas fue lugarteniente del cártel de Sinaloa, dirigido por el narcotraficante convicto El Chapo, que actualmente cumple cadena perpetua en un centro de máxima seguridad de Colorado.
Aficionado a la ropa de diseño y a los relojes caros, Valdez-Villareal eludió a las autoridades durante años a pesar de las recompensas millonarias. Como líder del ala de ejecución de Los Negros del cártel Beltrán-Leyva, participaba en torturas, que a menudo grababa en vídeo, y reclutaba a policías y miembros de cárteles rivales como informadores, según la prensa mexicana.
Apodado ‘La Barbie’ por su tez clara y su pelo rubio, Valdez-Villareal debía permanecer bajo custodia federal en un centro de alta seguridad de Florida hasta el 27 de julio de 2056, según los registros de la prisión federal.
Valdez-Villarreal fue detenido en 2010 en Lerma, un suburbio de Ciudad de México, en una operación orquestada por García Luna. En los últimos 12 años ha hecho varias acusaciones sobre connivencia entre los cárteles y miembros del gobierno de Calderón, según un informe de El País de España.
«Sé a ciencia cierta que ha recibido dinero de mí, del narcotráfico y del crimen organizado», escribió ‘La Barbie’ en una carta desde su celda de prisión a un reportero mexicano en 2012.
Cuando las autoridades penitenciarias estadounidenses declararon que Valdez-Villareal ya no estaba bajo custodia estadounidense, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, exigió saber qué había pasado con él el mes pasado.
«Si ha habido un acuerdo, en todo caso, tendríamos que actuar si hay denuncias en México», dijo López Obrador en una conferencia de prensa el mes pasado. «El gobierno de Estados Unidos tiene que aclarar [la situación] lo antes posible».
Un portavoz de la Oficina de Prisiones dijo a The Post el mes pasado que «los reclusos que estaban previamente bajo custodia de la BOP y que no han completado su sentencia pueden estar fuera de la custodia de la BOP por un período de tiempo para audiencias judiciales, tratamiento médico o por otras razones. No proporcionamos información específica sobre la situación de los reclusos que no están bajo la custodia de la BOP por razones de seguridad, protección o privacidad.»
Información de The New York Post.
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