Venezuela opera como un narcoestado financiado el narcotráfico gracias a la actividad del Cartel de los Soles y no por los ingresos petroleros, advirtió el experto en temas de seguridad, José Humberto García, quien abordó temas relacionados con la situación económica y militar del país.
García conversó hizo estas reflexiones en conversación con Sin Filtros y Venezuela Política, en las que refirió que la sostenibilidad financiera del Estado venezolano se da —a diferencia de los tiempos democráticos en que la industria petrolera se constituía en sostén de la nación—, a través de los ingresos que proporciona la producción de cocaína.
Igualmente, hizo mención de la estrategia de Estados Unidos para desmantelar el cartel criminal venezolano, el cual incluye las fases de degradación, desmantelamiento y eliminación. García argumentó que la capacidad militar de Venezuela es prácticamente nula frente a una acción coordinada de EE. UU.
Dejó sentado que el sistema se mantiene únicamente por dinero, y el régimen utiliza a los militares en simulacros de defensa absurdos y sin preparación.
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Economía, capacidad militar y estrategia estadounidense
Venezuela opera como un narcoestado financiado el narcotráfico, el cual es la principal fuente de ingresos del régimen de Nicolás Maduro y no el petróleo, explicó José Humberto García, quien indicó que esta actividad ilícita genera ingresos equivalentes a 1.2 millones de barriles de petróleo diarios, lo que supera con creces la producción petrolera oficial, lo que cubre más del 50 % del presupuesto operativo anual del país, estimado entre USD 25 y 30 mil millones.
García refirió que, como resultado de esta dependencia del narcotráfico, el régimen es extremadamente vulnerable a las acciones que interrumpen su flujo de caja. Hizo mención a simulaciones económicas que proyectan que un bloqueo efectivo de los ingresos del narcotráfico podría llevar a un colapso financiero total para el segundo trimestre de 2026. Los indicadores actuales, como la depredación fiscal sobre la población civil confirman esta creciente asfixia económica.
En el plano militar, José Humberto García, dijo que las Fuerzas Armadas venezolanas se encuentran en un estado paupérrimo, caracterizado por la corrupción endémica, la falta de mantenimiento, la obsolescencia del equipo y una doctrina táctica inexistente. Puntualizó que la capacidad de defensa antiaérea es nula, por la inoperatividad de la fuerza aérea en un alto porcentaje y al hecho de que la estructura de mando esté diseñada para evitar la coordinación interna en lugar de para la defensa nacional.
Comparó esta situación con el hecho de que, paralelamente, Estados Unidos articuló una estrategia clara y multifacética, conceptualizada en tres fases —degradar, desmantelar y eliminar—, para neutralizar a los carteles de la droga —el Cartel de los Soles, entre ellos— en la región, al tiempo que identifica al régimen venezolano como una amenaza directa a su seguridad nacional.
Sostenimiento económico del Estado venezolano
Al analizar las finanzas del Estado venezolano, José Humberto García, reveló la existencia de una estructura de ingresos dependiente de actividades ilícitas que superan a las fuentes tradicionales. Refirió que las estimaciones indican que el costo operativo anual del Estado venezolano, aun con sus conocidas carencias, oscila entre USD 25 000 y 30 000 millones que, en la nomenclatura estadounidense, serían USD 25 a 30 billones.
Las tres fuentes principales de divisas para el régimen son el petróleo, el oro y el narcotráfico. Su contribución al presupuesto es marcadamente desigual.
Fuente de ingresoProducción / VolumenIngreso estimado (en % del presupuesto)Notas clavePetróleo700 000 – 800 000 barriles/día~ 40%Crudo pesado (Merey 16) de baja calidad, con un precio de 25 por debajo del marcador WTI.OroProducción intermitente~ 10%Los ingresos son volátiles y dependen de descubrimientos esporádicos.Cocaína~ 500 toneladas métricas/año> 50-60%Es la principal fuente de financiamiento del Estado.
La primacía del narcotráfico
El narcotráfico se consolidó como el pilar financiero del régimen de Nicolás Maduro y su agente operacional el Cartel de los Soles.
Volumen: ce comercializan aproximadamente 500 toneladas (500 000 kilos) de cocaína al año.
Valor: utilizando un precio conservador de USD 40 000 por kilo en Estados Unidos, el valor total del producto es de USD 20 000 millones.
Equivalencia en petróleo: los ingresos anuales por narcotráfico son equivalentes a la producción y venta de 1 200 000 barriles diarios de petróleo Merey 16, lo que significa que el narcotráfico genera más del doble de los ingresos que la producción petrolera actual.
Proyección de colapso financiero
José Humberto García refirió que las acciones coordinadas de múltiples agencias estadounidenses (Departamento de Guerra, Justicia, Tesoro, Estado y Seguridad Nacional) están enfocadas en «secar» el flujo de caja del Cartel de los Soles.
Simulación de Montecarlo: análisis predictivos realizados por el instituto del experto indican que, si se mantiene la presión y se corta el flujo de ingresos de la cocaína, la economía del régimen «se secaría totalmente en el segundo trimestre del año 2026».
Observables en el terreno: la teoría del colapso financiero se ve respaldada por «observables» actuales: una «rapiña absoluta contra la población» a través de decretos del Banco Central de Venezuela y el SENIAT para extraer recursos de los ciudadanos. una creciente inflación del dólar dentro de Venezuela; estos fenómenos indican que el régimen se está quedando sin liquidez y recurre a la depredación interna para sostenerse.
Estructura de lealtad y cohesión del régimen de Maduro
García dejó establecido que la lealtad dentro de la estructura de poder venezolana es puramente transaccional, pues se basa en el dinero y no en la ideología. En el momento en que el financiamiento cese, se prevé un rápido desmoronamiento de las alianzas internas sin el riesgo de un conflicto sectario, dada la homogeneidad cultural y social de la nación. La máxima que define las alianzas es: «en el momento que el dinero se acaba, se acaba el amor».
Base transaccional:
La lealtad es puramente transaccional. Las Fuerzas Armadas fueron corrompidas mediante la creación de un número excesivo de generales y la fragmentación del mando (REDIS, ZODIS, ADIS), otorgando a cada facción una «parcela de poder» para evitar una coordinación en contra de la tiranía.
Rol de la ideología:
Se estima que no más de 10 000 personas en Venezuela tienen una convicción ideológica chavista genuina, y de ellas, solo entre 1 000 y 2 000 estarían dispuestas a tomar las armas por dicha causa. El resto de la estructura se mueve por intereses económicos.
Ausencia de sectarismo tribal:
A diferencia de países de Medio Oriente como Irak o Siria, Venezuela es una nación homogénea con más de 250 años de historia colonial y 200 de vida republicana. No existen las divisiones tribales, religiosas o étnicas profundas que podrían generar un conflicto sectario prolongado tras un colapso del poder central.
Grupos externos (ELN):
El ELN opera actualmente como una «guerrilla venezolana» debido a los beneficios económicos que obtiene del narcotráfico en asociación con el régimen. Si el flujo de caja se detiene, se prevé que abandonarán Venezuela y regresarán a Colombia.
Estrategia de Estados Unidos en la región
José Humberto García recordó que el gobierno de Estados Unidos considera el narcotráfico en el hemisferio como una amenaza directa a su seguridad nacional y lo vincula, tanto con la crisis de drogas interna, como con la migración descontrolada.
Un trino del Departamento de Estado del 27 de septiembre formalizó la estrategia de tres fases: la doctrina de «degradar, desmantelar y eliminar»
Esta estrategia define un proceso escalonado para neutralizar las organizaciones criminales transnacionales:
Degradar: debilitar las capacidades operativas, logísticas y financieras del Cartel de los Soles. Esto incluye el uso de drones (MQ-9), misiles (Tomahawks, Hellfire) y guerra electromagnética para interrumpir comunicaciones y sistemas.
Desmantelar: destruir la infraestructura militar y de comando del Cartel de los Soles. Esto implicaría bombardeos de precisión sobre posiciones de defensa antiaérea (sistemas Buk, S-300), bases navales, centros de radar y pistas clandestinas.
Eliminar: neutralizar a los líderes y los remanentes de la organización. Se espera que en esta fase los líderes del cartel se replieguen, enfrentando un problema de supervivencia en la selva venezolana o focos de resistencia urbana limitados.
Enfoque regional diferenciado
La estrategia se adapta a la cooperación de cada país:
Venezuela: solución militar. Al ser un Estado controlado directamente por un cartel, la única solución viable es la confrontación militar directa.
México: colaboración estrecha. Su economía avanzada y la dependencia de la relación con EE. UU. incentiva la cooperación en la lucha antinarcóticos sin necesidad de intervención directa.
Ecuador: colaboración activa. El nuevo gobierno se abocó a atacar el problema del narcotráfico con ayuda estadounidense.
Colombia: resistencia actual. Se percibe una falta de colaboración del gobierno de Gustavo Petro, lo que genera sanciones y tensiones.
Capacidad militar venezolana
Explicó José Humberto García que el estamento militar venezolano es incapaz de ofrecer una resistencia significativa ante una operación militar estadounidense. Su condición es el resultado de años de corrupción, negligencia y una concepción doctrinal errada.
Evaluación general de capacidades
Defensa antiaérea: «Cero, no hay la más mínima posibilidad». Los sistemas rusos (Kodai, Buk, S-300, Pechora) están en su mayoría inoperables por falta de mantenimiento, entrenamiento y repuestos, una situación agravada por la guerra en Ucrania que acapara los recursos rusos. Los operadores carecen de la coordinación y experiencia necesarias para manejar estos sistemas complejos.
Fuerza Aérea: de la flota de F-16, solo tres están operativos para volar, pero no están «totalmente artillados» ni sus sistemas de radar funcionan correctamente. La capacidad de los Sukhoi también es cuestionable.
Armada: «lo poquito que queda» de este componente militar presenta un estado vergonzoso. Ejemplo de ello es el reciente incidente de un buque de desembarco anfibio que casi se hunde por sobrepeso.
Moral y estado de la tropa: el ejército venezolano sufre de falta de moral, hambre y un equipamiento que no funciona. La estructura fue diseñada por el propio régimen para ser ineficiente y evitar un golpe de Estado.
Show ridículo
José Humberto García calificó loe ejercicios militares que ha mostrado el régimen de Maduro como un show ridículo y una irresponsabilidad absoluta.
Hizo mención a los misiles Igla-S de los que el régimen alardea y precisó que la narrativa de que están en posesión de 5 000 de estos misiles antiaéreos portátiles es desestimada como una amenaza real para las fuerzas estadounidenses.
Indició que son misiles guiados por infrarrojo, efectivos solo contra objetivos de bajo vuelo (helicópteros, aviones a baja altura) a un máximo de 2 000-3 000 metros. Son inútiles contra drones de gran altitud, cazas modernos o bombarderos.
García se refirió al estado operativo de estos dispositivos el cual calificó de dudoso. No hay garantía de que los sensores infrarrojos y los motores de los cohetes funcionen después de años sin mantenimiento adecuado. Se estima que el 50 % podría estar inoperativo.
Agregó que el uso efectivo requiere un entrenamiento complejo para predecir la trayectoria del objetivo, algo que los operadores venezolanos probablemente no poseen.
Finalizó García con la afirmación de que las aeronaves estadounidenses están equipadas con contramedidas avanzadas que desvían fácilmente este tipo de misiles.
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