Fuentes de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) aseguraron a El Pitazo que Vergara presuntamente tiene un expediente desde 2012 por diferentes procedimientos, sin embargo, fueron “engavetados” por diferentes funcionarios. Jesús Alfredo Vergara Betancourt, dueño de la Fundación Lala, en el estado Bolívar, fue privado de su libertad por la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) e imputado por los delitos de estafa agravada de acción continuada y asociación para delinquir.
El empresario bolivarense Jesús Vergara es dueño Fundación Lala, un conglomerado de empresas con fines filantrópicos, conformado por un centro pediátrico, farmacia, academia deportiva y orquesta sinfónica. En Bolívar lo conocen por la labor social que hace con la fundación, pero no por un proceso judicial reciente que enfrenta: la imputación de un tribunal nacional por supuesta estafa agravada en acción continuada y asociación para delinquir, luego que incumpliera con pagos a empresas con las que tiene relación financiera.
De manera extraoficial se conoció que a través de Fundación Lala, Vergara financia becas para estudiantes de pregrado de la Universidad Católica Andrés Bello, extensión Guayana. Así como, diferentes aportes económicos a organizaciones sociales de la entidad, con los que mantiene la figura del empresario filantrópico.
Fuentes de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) aseguraron a El Pitazo que Vergara presuntamente tiene un expediente desde 2012 por diferentes procedimientos, sin embargo, fueron “engavetados” por diferentes funcionarios.
En el Centro Pediátrico Lala, ubicado en una torre empresarial que lleva el mismo nombre, en donde ofrece consultas a precio popular, los trabajadores no lo ven desde enero.
Vergara recibió el jueves 18 de junio una medida cautelar de libertad luego de estar detenido en la sede de la Dgcim de Puerto Ordaz desde el domingo 14 de junio, por supuestos incumplimiento de pagos en alianzas con empresas estatales.
Un trabajo publicado en febrero de este año, en el portal ArmandoInfo reseña que Vergara, ingeniero electrónico e informático, tiene una historia que comenzó hace más de 30 años con tiendas de computadoras en Puerto Ordaz y una farmacia de vecindario que a menos de 20 días de fundada cambió de nombre de Gran Sabana a Farmacia Lala.
Con esta farmacia entró en la lista de contratistas de CVG Venalum, una de las reductoras de aluminio más grandes y productivas de Venezuela, hace unos años.
Para esta empresa, Farmacia Lala sirvió de proveedora de las medicinas que el Estado entregaba a los trabajadores, y como un inesperado portaaviones.
Jesús Vergara pasó de proveedor de medicinas a empresario de aluminio. Y de allí al estrellato.
Vergara representa un emporio donde desde el año 2006 existen más de 30 sociedades registradas y una fortuna que creció, en una historia donde mucho sale pero nada entra.
En el trabajo citado del portal AmandoInfo, se reseña que, hasta ese momento, nadie sabe qué produce Vergara en esas decenas de empresas en las que figura como accionista mayoritario y como socio de algunos nombres, directamente relacionados con el chavismo.
Fundación Lala
La publicidad de su emporio se centra en la Fundación Lala y en el Centro Pediátrico Lala, los espacios de filantropía que le han ganado su mejor fama, sobre todo el último, un edificio colorido de baldosas pulidas, cima gélido y equipos médicos de primer nivel que contrasta con el endeble sistema de salud pública de Ciudad Guayana.
Lala cuenta además con una academia deportiva, una orquesta sinfónica infantil y un equipo de fútbol de primera división: Asociación Civil Lala Fútbol Club.
Vergara empresario
Su vida empresarial empieza en Reservi, el negocio paterno en Ciudad Bolívar. Al independizarse tuvo tiendas de computadoras en Puerto Ordaz hasta que en 1994 fundó la Farmacia Lala.
Este negocio fue lineal y modesto hasta 2005, cuando con Freddy José García Gutiérrez, Vergara registró la empresa Alumisur, con el objetivo de comercializar todo tipo de metales y aleaciones.
Un año después, él y su socio cambiaron el nombre de la empresa por SMS Casting de Venezuela, para «suscribirse en el programa de Empresas de Producción Social de la Corporación Venezolana de Guayana».
Desde 2006 hasta ahora, Vergara cotiza en el Instituto Venezolano de Seguros Sociales (Ivss) con esa empresa.