Publicado originalmente en talcualidad.com
La forma más grotesca y evidente del estado en que ha llegado la corrupción administrativa se da en el gobierno de Jaime Lusinchi. Es un triste recuerdo la actuación de su secretaria privada la tan nombrada y poderosa Blanca Ibáñez, “filtraba todo acceso al presidente, nombraba y destituía funcionarios, decidía sobre los beneficios de los contratos de obras públicas y hasta seleccionaba los ascensos a generales de las fuerzas armadas, en una moderna versión de república bananera.”Afirma Vladimir Pérez.
Pérez, Vladimir acota, “Es difícil borrar de la memoria del venezolano de la época, el estado de descomposición que llego nuestra administración pública, el presidente Lusinchi al no poder lograr el divorcio por la actitud valiente de un juez, tuvo que consolar a su secretaria privada al no poderle dar el puesto de primera dama, le hace entrega de nuestra máxima condecoración, “ La Orden del Libertador “, burlándose no solo de nuestro padre de la patria si no devaluando nuestra orden que ha sido motivo de orgullo para muchos venezolanos y extranjeros ilustres.”
El 24 de febrero, el presidente Lusinchi precisa su política económica. En materia monetaria varía el esquema impuesto por el gobierno precedente. Se establecen cuatro tipos diferenciales de cambio:
- El de Bs. 4,30 por US$ (fijado por la administración de Herrera Campins) se prorroga hasta diciembre de 1985, otorgado para el pago de cuotas de capital de las deudas externas, para los estudiantes en el exterior y para medicinas y alimentos especificados en resolución del Ministerio de Hacienda;
- El de Bs. 6 por US$ para la venta de divisas de los sectores petrolero y del hierro;
- El de 7,50 para las transacciones comerciales y financieras, privadas o públicas; y
- El dólar fluctuante”, cuyo tipo de cambio será fijado por el libre juego de la oferta y la demanda. Anuncia una drástica baja de las tasas de interés; fija una política laboral compensatoria del bajo nivel de vida.
Durante su período presidencial sostuvo una relación extramarital con su secretaria privada, la ciudadana colombiana, Blanca Ibáñez, quien obtuvo a lo largo del periodo una creciente injerencia en la acción de gobierno, llegando a ser catalogada como “la mujer con más poder político en el siglo XX venezolano”.
Otro hechos relevantes los constituyen:
- Las quejas interpuestas ante la Sociedad Interamericana de Prensa, ya que a lo largo del período presidencial resulto muy difícil para los medios impresos, mantener una posición independiente del gobierno o criticarlo modestamente, pues éste era muy “sensible” manejaba según sus conveniencias, entre otros recursos, las cuotas de dólares preferenciales a Bs. 7,50 para la compra de papel importado, necesario para la supervivencia de los impresos.
- La combinación de la represión, junto con una eficaz política de propaganda de gobierno dirigida desde la Oficina Central de Información (OCEI), impidió que la mayor parte de las irregularidades administrativas y los abusos de poder salieran a la luz pública. Sería sólo posteriormente, al iniciarse el gobierno de Carlos Andrés Pérez, cuando se reveló lo que puede calificarse como el peor hecho de corrupción hasta ese momento: el escándalo del trafico de influencias en el otorgamiento de dólares preferenciales a través del Régimen de Cambios Diferenciales (RECADI), lo que no había trascendido más allá de los rumores durante el quinquenio, comenzó a investigarse más libremente una vez que Lusinchi dejó la presidencia.
En marzo de 1989 el diario El Nacional publicó una serie titulada la “Agenda Secreta de RECADI”, donde daba los pormenores de los resultados en las investigaciones de las autoridades en el caso.
Ya a mediados de 1989, se denuncio la malversación de fondos de la partida secreta del Ministerio de Relaciones Interiores por parte del ex presidente Lusinchi y su ministro José Ángel Ciliberto, para la compra de un conjunto de jeeps que, lejos de destinarse a actividades vinculadas con la seguridad del Estado, sirvieron primero para la campaña interna en AD del precandidato Octavio Lepage, para luego ser utilizados en la campaña electoral de 1988 y quedando posteriormente en manos de algunos militares y allegados al partido Acción Democrática (AD). Esta denuncia desemboca en agosto de 1993, en la decisión de la Corte Suprema de Justicia de encontrar méritos para enjuiciar al ex presidente y la aprobación del Congreso del levantamiento de su inmunidad parlamentaria.
“Venezuela sufre una fuerte crisis económica, un agudo desorden administrativo del Estado y se evidencian casos de corrupción generalizada, vinculadas con personalidades del escenario político actual, como es el caso de la eminencia a la corrupción Teodoro Petkoff, quien gracias a su vinculación con Lusinchi ubicó estratégicamente a su hermano, Luben Petkoff, en la CANTV, donde guisaron importantes negocios, establecieron contactos que años mas tarde les fueron de gran utilidad personal, cuando Teodoro fue Ministro de CORDIPLAN, durante el segundo periodo presidencial de Rafael Caldera, específicamente sirvió para contratar obras y traer insumos importados para CANTV a través de su compañía FOKTEP.” De acuerdo a investigaciones de Armando Guerra.
El nepotismo también transciende el tiempo, el 21 de Noviembre de 1993, en el Registro Primero Mercantil del Distrito Federal y Estado Miranda, a cargo de Maria Teresa Lusinchi Castillo, hija de Jaime Lusinchi, los hermanos Petkoff, con fines de evasión fiscal, formalizaron su compañía anónima, FOKTEP,
Lusinchi e Ibáñez son acusados por delitos contra el patrimonio público de la nación en la década de los ’90. En 1995 Ibañez se exilia en Costa Rica y Lusinchi también parte al exterior poco después, tras una orden de prohibición de salida del país dictada en su contra durante el proceso judicial.
Fuentes:
Pérez Parra, Vladimir (2002). La lucha contra la corrupción en Venezuela: balance y perspectiva en el marco de la nueva administración pública. VII Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública. Lisboa, Portugal. Octubre, 2002.
Guerra, Armando (2006) Código Petkoff. Madrid, España.