El propietario de las aerolíneas Aserca, Santa Bárbara Airlines, LTA y PAWA, Simeón García, supuestamente habría estructurado un refinado esquema de corrupción que le habría permitido defraudar millones de dólares a través del sistema de control de cambio imperante en Venezuela y, al mismo tiempo, presuntamente llevar actividades de manera irregular en República Dominicana donde enfrenta cargos por cesar operaciones, fraude fiscal, lavado de activos, conspiración para fraude y corrupción.
Documentos muestran el mecanismo utilizado por las empresas de García para obtener dólares preferenciales en Venezuela a través de la Comisión Nacional de Administración de Divisas, informó la periodista Maibor Petit en su blog.
Según el esquema denunciado, se presentaban facturas emitidas por la empresa Alpha Turbine Aviation Technology LLC —la cual estaría relacionada con García de acuerdo a información suministrada por nuestras fuentes— cuyo concepto eran los servicios de reparación de las turbinas de las aeronaves de Aserca.
La empresa Alpha Turbine Aviation Technology LLC[1], una compañía registrada en el estado de la Florida, Estados Unidos, bajo el número L04000037341 y FEI/EIN 26-1503729, en fecha 18 de mayo de 2004, con estatus actual activo, que señaló como domicilio el 8050 NW 31 Street, Miami, FL 33122. La dirección postal suministrada fue el 8081 NW 31 Street, Miami, FL 33122. El agente registrador fue Ricardo E. Pines (3301 Ponce de León Blvd., Suite 200, Coral Gables, FL 33134. Como directivos figuran Marlene Morillla y Ledys Rodríguez, ambas con la misma dirección que se ofreció como dirección postal[2].
Esta empresa — Alpha Turbine— certificada para tal fin, reparaba los motores de los aviones de las aerolíneas propiedad de Simeón García agrupadas como Alianza o Grupo Condor.
Dichas facturas presentaban las tablas de costos en las que se pueden observar, en una columna los montos relativos a los precios de los componentes suministrados los cuales variaban de acuerdo a los requerimientos de las partes.
Se pueden ver, además, el costo de la mano de obra o servicio prestado, así como los gastos generales.
La diferencia entre el monto de las partes podía ser, en algunos casos, hasta un tercio menor del monto total facturado, es decir hasta un 250 por ciento por encima del valor de las partes reparadas.
Por ejemplo, la orden de trabajo (WO) N° 1103 presentaba que la reparación había sido realizada por USD 293.491,01 pero con los costos adicionales el precio se elevaba a USD 776.731,01 que era el monto facturado a la compañía, Aserca en este caso, empresa que, posteriormente solicitaba a Cadivi estos recursos con lo que Simeón García supuestamente lograba beneficiarse con los elevados sobreprecios.