27-01-2015 07:32:00 a.m. | Ahiana Figueroa.- Analistas consideran que ante la caída de los ingresos petroleros, el alza de la gasolina y la devaluación serán insuficientes para cubrir el déficit fiscal del Gobierno.
Recuerdan que según lo dicho por el Ejecutivo, los recursos por el aumento del combustible serán transferidos para la inversión social, por lo que muy posiblemente serán utilizados en la medida que se generen, a través de créditos adicionales. Explican que de acuerdo a los recientes anuncios sobre el aumento de los programas sociales y de salario mínimo, se prevé que persista un aumento significativo del gasto, lo que complicará las finanzas públicas.
El subsidio del combustible por parte del Estado representa una pérdida anual de 12.592 millones de dólares, a causa de la diferencia entre los costos de producción y el precio de venta al público. De eliminarse este subsidio, el Fisco percibirá un monto similar.
El director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, estima -sin embargo-, que el déficit de caja del país se encuentra en alrededor de 25.000 millones de dólares. Calcula igualmente que el subsidio de la gasolina representa el 85% de la inversión social ejecutada por Pdvsa entre los años 2003 y 2013; así como el 65% de la inversión (en exploración, producción y refinación) de la petrolera.
“De darse un aumento, el debate no debería centrarse solo en cuál debería ser el precio, sino en qué hacer con los ingresos extraordinarios que se percibirán por la disminución o eliminación del subsidio a la gasolina”.
El economista y profesor de la Universidad Católica Andrés Bello, Luis Zambrano Sequín, señaló que los ingresos que se generen por el alza del combustible, no se destinarán para compensar los costos de producción de Pdvsa, sino que alimentarán las arcas de la Tesorería Nacional y “así tratar de contribuir a financiar el impresionante déficit público”.
Destacó -no obstante- que dado los anuncios sobre aumento del gasto en bolívares, habrá un déficit mayor, por lo que “no creo que ante la caída de los ingresos petroleros, los ajustes tales como un nuevo precio de la gasolina y la devaluación sean suficientes. En una administración sensata de política fiscal, se debería ajustar el gasto. Pero el problema está en que las circunstancias electorales presionan al Gobierno para que esto no suceda”.
Resalta Zambrano Sequín que estos serán recursos extras al presupuesto se erogarán a través de los créditos adicionales, por lo que veremos otro año de alta ejecución extrapresupuestaria.
¿Qué tan alto?
Actualmente existe la interrogante sobre si el Ejecutivo decidirá aumentar el precio de la gasolina de acuerdo al costo de producción (Bs. 3) para eliminar el subsidio de Pdvsa o a precio internacional (Bs. 6) para acabar con el contrabando de extracción.
El Grupo ODH Consultores señaló que en la actualidad, el precio de la gasolina en Colombia es cerca de 2.000 veces el precio en Venezuela y que a modo de referencia, un aumento de 12,5 veces en el precio, pasando a 1 bolívar el litro podría contribuir con alrededor de Bs. 750.000 al día a las finanzas de Pdvsa (un monto relativamente pequeño en cuanto a la magnitud del déficit), pero que aun así el precio de Colombia sería aproximadamente 170 veces el de Venezuela y quizás el efecto de reducción sobre el consumo interno sería relativamente bajo.
“Así, para que esta medida fuera eficaz en términos de restringir el consumo, reducir el contrabando y generar una contribución fiscal importante, el precio debería aumentar a niveles más altos”, apuntó ODH en un reporte.
Otros analistas resaltan que el aumento de la gasolina debería ser gradual y dejarse para el año 2016, para evitar los efectos políticos que pudiera generar en las elecciones parlamentarias.
El economista Fernando Travieso opinó que 2015 debería ser un año de discusión sobre el tema, “y cualquier medida que se tome debería ser para el 2016”.
Sostuvo en entrevista a Venezolana de Televisión que el proceso de ajuste de la gasolina debería ser gradual y estimarse de acuerdo con el costo de producción, “lo que cuesta producir un litro de gasolina en una refinería es lo mismo que costaría venderla en una bomba, es decir, que no genere pérdidas”.
Resaltan los consultados que el aumento en el precio del combustible debería estar sujeto a una norma fiscal. Es decir, que desde el primer momento en que se decida aplicar la medida, debe ir acompañada de un plan en el que se defina si los incrementos se mantendrán en el tiempo o si será un ajuste único. “Debe estimarse en cuánto tiempo toma alcanzar el costo de producción”, recalcó Travieso.