Bueno amigos, parece que se ha demostrado que estoy equivocado… Algunos de ustedes pueden pensar «este tipo es una broma» y podrían tener razón. Sin embargo, lo que parecía normal hace un mes ya no lo es, pues a todos los efectos Venezuela se ha convertido, desde ayer, en una dictadura de facto. No más pretensiones, no más poses, nada de eso. La asamblea chavista aprobó ayer en primera ‘discusión’ -como si discutieran órdenes del dictador- una ley habilitante integral, que en términos prácticos significa que Hugo Chávez gobernará por decreto, gobernando en casi todos los aspectos del país. durante los próximos 18 meses. Lo bueno de esto es que a partir de ahora, en sentido literal, sin vacilación ni remordimiento, podemos darnos el gusto de llamar al golpista Chávez tantas veces como queramos «dictador elegido democráticamente»™, como siempre quiso ser. Es oficial ahora. También es genial poder describir a Venezuela en su contexto apropiado como un país no democrático, gobernado -por decreto- por un dictador militarista como algunos de nosotros hemos mantenido durante años.
No es de extrañar por qué Chávez no quiso debatir con Rosales su «proyecto-pais» durante la campaña. Esta vez tuvo el cuidado de ocultar las verdaderas intenciones detrás de su ‘socialismo del siglo XXI’. Además, los movimientos rápidos de Chávez en los últimos tiempos me llevan a concluir que él sabe algo que la mayoría de nosotros no sabemos y está actuando en consecuencia. Sus rápidas acciones pueden tener que ver con la supuesta cantidad de votos emitidos a su favor. Alguien alto en el equipo de campaña de Rosales me dijo en confianza no hace mucho que una suposición optimista sobre el número de mesas que fueron supervisadas el día de las elecciones por testigos de la oposición apuntaba al 60%. Si el número total de mesas rondaba las 33.000, el porcentaje sugiere que en 13.200 de ellas no había nadie del campo de Rosales para asegurar que la votación se llevara a cabo de manera transparente. ¿Y si la carrera estuviera mucho más reñida? ¿Y si el margen no fuera de 3 millones de votos sino de unos miles? Nunca lo sabremos, pero de lo que estoy seguro es que ni una sola vez durante la campaña escuché a Chávez decir que iba a gobernar por decreto en enero. Ni una sola vez. Solo imagina esta promesa de campaña:
«compatriotas denme su voto y por amor me convertiré en dictador, destituiré a aquellos en quienes depositaron su confianza en las elecciones legislativas de diciembre de 2005 y gobernaré por decreto, sin consultarlo a usted ni a ninguno de sus representantes para eso asunto, pero no teman que esto es solo por 18 meses, hasta que el ‘Socialismo del Siglo XXI’ esté bien arraigado en Venezuela”.
¿Eso le habrá hecho ganar 7 millones de votos? Definitivamente no. Además, ¿por qué el repentino ataque contra RCTV? ¿Será por el hecho de que todos los canales oficiales de televisión juntos tienen menos de una quinta parte de la audiencia de RCTV? El dictador necesita de medios de comunicación con alcance; ¿De nada sirve tener un sinfín de radios populares, canales de TV y ‘CNN’ bolivarianas si nadie mira, si el mensaje no llega a su público objetivo, verdad? De mayor preocupación para la hegemonía es el estatus social de la audiencia de RCTV, pues aunque las antenas satelitales son un elemento común en muchos ranchos de Caracas, la gente de ese estrato ama sus telenovelas, producción en la que RCTV se destaca. La gama de personalidades representadas en los programas producidos por RCTV son parte de la idiosincrasia de los venezolanos. ¿Está el dictador empeñado en cambiar el tejido y los valores de nuestra sociedad? Puedes apostar, su ahora personaje comunista público solo prueba el punto. Y no podría estar más de acuerdo con la aduladora Eva Golinger quien, desde su torre de marfil en Alta Florida, le dice al mundo que esto no se trata de libertad de expresión. No lo es, más bien tiene que ver con las necesidades del dictador de comunicarse efectivamente con su supuesto electorado.
La radicalización de la dictadura de Chávez sólo acelerará su desaparición política. Déjalo en paz, asegúrate de conseguir suficientes palomitas de maíz, ya que, como en Reservoir Dogs, el espectáculo terminará siendo rojo, rojito…