Un esquema de lavado de capitales descubierto en Estado Unidos, involucró a Fidel Ramírez Carreño, hermano del expresidente de Pdvsa y exministro de Petróleo, Rafael Ramírez, quien ahora se encuentra en el exilio. En noviembre pasado, el nombre del médico internista y gastroenterólogo salió a la luz cuando la periodista Maibort Petit dio a conocer que la Fiscalía del sur de Nueva York halló culpables a dos empresarios venezolanos partícipes claves en una red de lavado de dinero en la que figuraba una compañía a través de la que Fidel Ramírez Carreño recibió millonarias ganancias.
Ramírez Carreño y KCT
Como KCT Cumaná II Internacional fue identificada la empresa que, junto a Miami Equipment & Export Co., lavó millones de dólares que fueron depositados en cuentas de funcionarios chavistas entre 2010 y 2016, bajo el alegato de pagos por servicios de consultoría y otros.
Según documentos obtenidos por Petit, a través del esquema de blanqueo, Luis Díaz y Luis Javier Díaz, padre e hijo dueños de Miami Equipment & Export Co., basada en Florida, reportaron ingresos por más de USD 150 millones, de los cuales, al menos USD 106 millones fueron enviados desde Venezuela por KCT, que los obtuvo, entre otros, de los contratos con Bariven, la filial de Pdvsa encargada de las importaciones y ventas de equipos y materiales relacionados con el sector petrolero.
Dichos contratos fueron firmados por la estatal de petróleos durante la época en la que Rafael Ramírez estaba al frente de la misma, mientras que su hermano, Fidel, exintegrante del equipo médico de Hugo Chávez, dirigía la oficina de Servicios de Salud y Asistencia de Pdvsa.
Según la periodista, el esquema, con el que el que ambos hermanos fueron beneficiados, utilizaba facturas falsas para respaldar los supuestos servicios de los funcionarios venezolanos, las cuales, se emitían desde Caracas a nombre de Miami Equipment & Export Co. y se depositaban en cuentas bancarias creadas en paraísos fiscales.
No obstante, para impedir que las autoridades siguieran el rastro de estos pagos, Miami Equipment suprimió su nombre en los registros oficiales de las operaciones financieras, entre las que destacaba la empresa Adinar Internacional Limited, que resultó ser de Blas Herrera, Enrique Pradella, Antonio Padrin, Mario Herrera; los mismos dueños de KCT.
En total, Adinar recibió transferencias de fondos ilícitos por la suma de USD 37,621,050, que pararon en las cuentas de varios funcionarios venezolanos, entre ellos Fidel y Rafael Ramírez.
Otros altos cargos del Gobierno venezolano también se beneficiaron de la trama corrupta, la cual, no solo incluía a Adinar, sino a otros seriado de empresas dedicadas a la transferencia de dinero ilegal desde Venezuela hacia cuentas en paraísos fiscales, tales como el del ex viceministro de Energía Eléctrica, Nervis Villalobos, y del asesor del exministro de Energía, Jesse Chacón, Enrique Rafael Cid Moros.
Tanto a Luis Díaz como a Luis Javier Díaz se les halló culpables por el delito de operar un negocio de transferencia de dinero sin licencia y lavado de capitales, y se les condenó a una sentencia de ocho y cuatro meses de prisión respectivamente, además de libertad condicionada por los dos años consiguientes a su salida de la cárcel.
La Fiscalía del Sur de Nueva York, determinó que la operación ilegal les generó ganancias en honorarios por más de USD 1 millón. Pocos días después de que el caso de los Díaz saliera a la luz, Fidel Ramírez se estableció en España, esto de acuerdo con la información provista por Petit.
Ramírez y Chávez
En 2011, Ramírez Carreño salió a la palestra pública al ser uno de los integrantes del equipo médico que trataba el cáncer del entonces presidente Hugo Chávez. En declaraciones ofrecidas a medios nacionales, el también exidirector del Hospital Militar de Caracas, aseguró que la recuperación del líder socialista iba viento en popa y desmintió a su homólogo, Salvador Navarrete, quien advirtió sobre la gravedad de la condición de salud de Chávez.
“El presidente, desde el punto de vista oncológico, ha sido diagnosticado y tratado a tiempo, sometido a tratamientos complementarios adecuados, por lo cual su evolución actual es absolutamente satisfactoria con un excelente pronóstico”.
Pese a que el mandatario nacional se declaró libre de cáncer para la fecha, Navarrete ofreció una entrevista a un medio mexicano en el que explicó el padecimiento que aquejaba a Chávez, aportó información sobre, lo que él creía, era el tipo de cáncer que padecía y de las expectativas de vida no mayores a los dos años consiguientes.
Sin embargo, Ramírez Carreño junto a otros médicos tratantes del ahora fallecido presidente, aseguró que la información de Navarrete era totalmente falsa, y que no tenía ni idea de dónde la había sacado. Pocos días después , de sus reveladoras revelaciones, el oncólogo fue obligado a huir del país con su familia, y aunque desde el exilio envió un comunicado para aclarar la situación, sostuvo su diagnóstico de dos años de vida, como máximo, para Chávez.
Pese a los esfuerzos de Ramírez Carreño y del gabinete de Chávez en ocultar la gravedad de sus enfermedad, finalmente murió dentro del periodo estimado por Navarrete.