Haydée Cisneros de Salas, la presidenta saliente de Casetel, Cámara de Empresas de Servicios de Telecomunicaciones, abarcó en su discurso de despedida temas como las relaciones con Conatel, la pérdida de dinamismo en el sector y la necesidad de afrontar el control de cambio. En particular, la relación entre Casetel y el ente regulador Conatel fue un punto destacado por Cisneros, luego de cuatro años al frente del gremio.
Aunque consideró que las relaciones están enmarcadas en circunstancias complejas, indica que ‘en el equipo dirigido por Jesse Chacón, como lo ha sido en los pasados cuatro años, hubo la voluntad para corresponder a nuestros esfuerzos por mantener la necesaria intensidad de las comunicaciones. Ellos siguen entendiendo a cabalidad el papel de Conatel como promotor e impulsor de un sector que comunica desarrollo’.
En el diálogo continuo entre Casetel y Conatel figuran dos de los temas de mayor impacto para el sector: la instrumentación en el país del nuevo régimen de control cambiario, y la fijación de precios máximos de bienes y servicios. ‘Con el concurso de Conatel, nos aprestamos a transitar nuevamente por las vías del control de cambio y de sus órganos administrativos’.
Haydée Cisneros también afirmó que, aún cuando el sector de las telecomunicaciones continuó registrando resultados positivos durante el año 2002, el sector perdió dinamismo. Respecto al desempeño del sector, señaló que luego de reportar un incesante proceso de expansión y crecimiento en la década de los 90, el año pasado hubo señales de desaceleración. Si bien el sector fue el de mayor crecimiento en el país en el primer semestre con un alza de 4,8%, este índice fue inferior al promediado en los últimos 10 años. Tal escenario de contracción se inscribió tanto en la coyuntura política y económica del país, como en un contexto global que en términos financieros y de revolución tecnológica ha mostrado mundialmente importantes restricciones.
Igualmente, subrayó la relación construida entre Casetel y las autoridades del Municipio Chacao, sobre la base de comprender la participación, la consulta y el consenso como un dar y recibir de cada parte. Tal disposición a negociar permitió lograr una solución en el año 2002 a la ordenanza local sobre actividades económicas. De esta forma, se acordó diferir la aplicación del impuesto a la actividad de servicio de telecomunicaciones, hasta tanto se dicte el reglamento respectivo, en atención a las normas establecidas por la Ley de Armonización Tributaria.
En torno a las relaciones gremiales, mencionó la trascendencia en la incorporación de Casetel a Fedecámaras como sector con representación propia. Actualmente, los representantes de Casetel ante la máxima cúpula empresarial participan en el Comité Ejecutivo y en la Comisión Intersectorial, instancias de elevada jerarquía.